Según el biólogo Klaus Reinhardt, de la Universidad de Tubinga, diversos documentos hallados en el campo de concentración de Dachau, cerca de Múnich, donde desde 1942 funcionaba un Instituto de Entomología, demuestran que el jefe de las SS, Heinrich Himmler había ordenado esa investigaciones con mosquitos.
Las investigaciones que llevaba a cabo el laboratorio de Dachau eran llevadas en secreto, pues Hitler había prohibido expresamente el uso militar de las armas biológicas y químicas, quizás debido a las lesiones que sufrió en la Primera Guerra Mundial. Lo que no impidió que se utilizaran en los campos de exterminio.
Fuente:
Cadena Ser