Tenía muchas ganas de leer a este tandem de escritores. Con todas sus novelas en mi poder, entre unas cosas y otras todavía no había encontrado el momento. Pero en esta ocasión una presentación a la que no pude asistir (asistió Beatriz, la otra administradora del blog) y la organización de una lectura simultánea en Twitter fueron el empujón definitivo para esa primera vez.
LOS AUTORES
Vicente Garrido Genovés es profesor titular de la Universidad de Valencia. Su importante obra científica se ha dado a conocer al gran público a través de sus ensayos de divulgación científica, entre los que destacan El psicópata, Cara a cara con el psicópata y Amores que matan. Sus estudios sobre la personalidad delictiva y sus programas de tratamiento con criminales han hecho de él un profundo conocedor de la mente violenta. Garrido fue el primer criminólogo español que colaboró en la captura de un asesino en serie a través de la realización del perfil criminológico del sospechoso. Ha impartido numerosos seminarios especializados a los cuerpos y fuerzas de seguridad en España y América, así como a jueces y fiscales. El Ministerio de Justicia le concedió la Cruz de San Raimundo de Peñafort.
ARGUMENTO
Los muertos viajan deprisa es una invitación a asomarse a las debilidades humanas y una reflexión sobre los motivos que pueden llevarnos a la maldad. Un relato extraordinario que va más allá de cualquier etiqueta de género.La historia —que toma su título de una cita de Bram Stoker— arranca con un brutal asesinato a bordo del Tren Negro, en el que varios escritores se dirigen a un famoso encuentro de literatura policíaca. Tras este crimen vienen otros, siempre llenos de simbolismo. La inspectora Negro y su inseparable compañero, el criminólogo Javier Sanjuán, tienen que averiguar quién es el enigmático asesino de escritores. Mientras tanto, un peligroso violador de adolescentes, capturado en el pasado por Valentina, ha escapado de la cárcel, complicando aún más la situación.
MIS IMPRESIONES
Seguramente el no haber leído las anteriores novelas de Nieves Abarca y Vicente Garrido puede hacer que mi visión sea, en cierto modo, distinta a si lo hubiese hecho, pero las cosas son así. Este es mi primer acercamiento a sus novelas pese a lo mucho que me las han recomendado, pero tengo claro que no va a ser la última. Es más, ahora tengo la necesidad de leer, más pronto que tarde, el resto de ellas.No se puede negar que el principio de la novela es potente, de esos que impactan y consiguen que el lector quede irremediablemente pegado a sus páginas, y no sólo por el asesinato que se describe, sino también pensando qué puede pasar en una mente de una persona para idear algo así y ponerlo en práctica, consiguiendo que me recorriera un escalofrío y se me pusieran los pelos de punta al imaginarlo.
En Los muertos viajan deprisa nos vamos a encontrar una trama principal que comienza con un asesinato espeluznante, que tiene lugar en el Tren Negro al que han sido invitados unos cuantos escritores durante la celebración de la Semana Negra de Gijón.
Un tiempo después, en la Semana Negra de A Coruña va a tener lugar otro crimen que, por sus características, parece que pudiera tener que ver con el ocurrido en el otro evento literario, y de cuya investigación se va a encargar Valentina Negro que va contar con la ayuda de Sanjuán, un criminólogo, viejo conocido de Valentina, con el que la une una relación especial que va más allá de la amistad, y que también está invitado a unas ponencias en esa Semana Negra.
Pareja a esta trama transcurre otra que atañe de forma más personal a Valentina y que tiene que ver con casos que la investigadora ha llevado tiempo atrás, y que viene arrastrada de novelas anteriores, aunque en ésta que tenemos entre manos nos da las claves suficientes para que no nos encontremos perdidos, y conozcamos y nos situemos perfectamente en la historia, por lo que este punto no es óbice para leer esta entrega sin haber leído las anteriores, sin sentirnos perdidos en ningún momento (puedo afirmarlo con conocimiento de causa ya que no he leído las anteriores).
En Los muertos viajan deprisa nos vamos a adentrar en un escenario complicado que tiene que ver con la literatura, las editoriales, los críticos, los blogueros con influencia, los editores, los escritores, y las relaciones existentes entre todos ellos. Un mundo en el que la envidia, los celos, la codicia, la ambición, el egoísmo, el protagonismo, la búsqueda de la fama van a estar muy presentes, y de los que vamos a ser testigos a lo largo de las páginas de esta novela.
En cuanto a los personajes, Valentina y Sanjuán me han parecido dos personajes muy interesantes que se compenetran a la perfección pese a ese tira y afloja que tienen en su relación personal y que quizás los haga más atractivos si cabe.
A través de un narrador omnisciente el relato irá saltando entre tramas y personajes consiguiendo que tengamos una visión de todo lo que está sucediendo, hasta que poco a poco todo va confluyendo y tomando su lugar para llegar a un espléndido final donde no queda cabo por atar.
Un estilo en el que combinando diálogo y narración consiguen una lectura rápida, dinámica que junto con una historia interesante logran mantener nuestra atención y que no queramos dejar de avanzar por sus páginas.
Tiene que ser extremadamente difícil escribir a cuatro manos, y me ha parecido asombrosa la cohesión con que Nieves Abarca y Vicente Garrido lo realizan, creando una novela totalmente uniforme en donde, quizás quitando pequeños detalles, no somos capaces de atribuir la autoría de lo que estamos leyendo a uno u otro.
En conclusion, es la primera novela de leo de la saga que Nieves Abarca y Vicente Garrido comenzaron con "Crímenes exquisitos" pero no va a ser la última. Ha sido una lectura con la que he disfrutado mucho, y prueba de ello es lo poco que me ha durado en las manos.
Poco a poco pienso irlas leyendo todas porque si esta es la tónica de todas ellas, no me cabe ninguna duda que voy a disfrutar y mucho con todas ellas. Desde luego, yo os las recomiendo.
FICHA DEL LIBRO