Tenía una deuda con los dos últimos tomos de Los Muertos Vivientes. Los días de vacaciones navideñas, han servido para zanjarla, pero nos quedan mas deudas que pagar; Solo tenemos que esperar a que Planeta publique mas tomos recopilatorios.
Después de leer Teme a los Cazadores y Vivir entre ellos, odio a Robert Kirkman. A diferencia de otros guionistas, nada en él es previsible. Como la vida misma, claro.
Nos adentramos en aguas profundas tanto en “Teme a…” como en “Vivir entre ellos”. Y los protagonistas verdaderos son Carl y Rick. Ambos muestran que nada tienen que ver con lo que conocíamos hasta ahora de ellos. O, peor aún, muestran su verdadera cara, ahora que todo está como está. Sobre todo, la explosión se produce en Vivir entre ellos, donde Rick demuestra que está cada vez mas alejado de aquel que buscaba a su mujer. Lo cierto es que, si alguna vez se recupera la humanidad descrita en la serie, los protagonistas estarían dentro de una agonía: No pueden volver a la realidad, ni tampoco quieren vivir como están.
Definitivamente, Los Muertos Vivientes están mostrando su verdadera cara: Un lugar hostil para los supervivientes, pero el problema no son solo los zombies…