Sin embargo, ese mismo año se estrena el filme rodado en las Canarias One Million Years B.C., con efectos de Ray Harryhausen, que rodaría en nuestro país hasta siete películas, incluida El valle de Gwangi (1969, Jim O’Connolly), con dirección de producción a cargo de Miguel Gil y dirección artística del gran Gil Parrondo, y unas tomas impresionantes de la Ciudad Encantada o la catedral de Cuenca. Además, algunas de las panorámicas insulares de Harryhausen para One Million Years B.C. fueron reutilizadas en When Dinosaurs Ruled the Earth y The Lost Continent. Así que, en los 60 no sólo se rodaron Spaguetti-western en el desierto de Tabernes (Almería).
Juan Piquer Simón (1935-2011) estudió Bellas Artes en Valencia y en 1958 comenzó su carrera como cámara de la jovencísima (1956) Televisión Española. En el homenaje que le dedicó la casa dentro del programa de “Días de cine” la semana posterior a su fallecimiento fue definido como “un quijotesco cineasta español que, antes de que el ordenador abriera las puertas a la imaginación, se empeñó en acercar nuestro cine a lo fantástico”. Poco después aparecieron en el mercado un par de biografías de tiradas reducidas: Juan Piquer Simón: Mago de la serie B (2012, Fantcast) de Jorge Juan Adsuara y Un titán en el confín de la Tierra (2013, Caltiki), coordinado por José Luis Alonso.
El sindicato vertical le negó el –entonces obligatorio- carnet de director a principios de los 60 y sus incursiones en el documental sufrieron el embate de la censura, viviendo de la publicidad hasta 1972 en que funda la Productora Almena Films y los Estudios Piquer, enfocados al cine fantástico, sin tradición en España.
Según cuenta Domingo Lizcaíno, colaborador en las dos biografías dedicadas a Piquer a que antes hemos hecho referencia, a finales de los 70 Juan intentó realizar una adaptación de la Saga de los Aznar (1953, Pascual Enguídanos). Perteneciente a la reconocida [3] colección de novelas Luchadores del espacio, ha pasado al cómic en un par de ocasiones [4]. La historia comienza cuando Miguel Ángel Aznar busca platillos volantes en el Himalaya y acaba transportado a un Venus tropical cuya fauna incluye dinosaurios y pterosaurios, utilizados como medio de transporte por sus habitantes. Según Lizcaíno, el productor reelaboró el guión de Piquer adaptando la saga y lo produjo en Yugoslavia como Nexus 2431 (1994, José María Forqué); pero parece que esta película se produjo en la República Checa y sería en realidad una nueva versión de otro guión de Piquer, titulado Espada y brujería [5]. Por cierto, Lizcaíno consiguió que Piquer le contratase como ayudante de efectos especiales en 1989 después de ver los dibujos que había hecho para un proyecto titulado El valle de los gorilas, que incluía estos fabulosos terópodos.
Tampoco nos atrevemos a clasificar como dinosauroide al extraño reptil marino draconiano fruto de experimentos genéticos de La grieta, realizada por Piquer en 1990 con efectos especiales de Colin Arthur (1943) y Basilio Cortijo que fueron merecedores del goya.
-----
[1] Salomón y la reina de Saba (1958), El Cid (1960), Lawrence de Arabia (1962), La caída del imperio romano (1964), Golfus de Roma (1966)...[2] Trabajó con Orson Welles, Stanley Kubrick o George Cukor y es recordado por los efectos de Dune (1984) o El laberinto del fauno (2006).[3] Recibió el premio a la mejor serie europea de ciencia-ficción en la EuroCon de 1978, celebrada en Bruselas.[4] Matías Alonso realizó la primera en 1959 en la colección “Hazañas de la juventud audaz” y Antonio Guerrero otra en 1978.[5] El propio Lizcaíno afirma que el resultado final de la supuesta adaptación del guión de Piquer para la Saga de los Aznar al filme Nexus 2431 no se parecía en nada al proyecto que él había leído y, por lo que se refiere a Espada y brujería, aunque llegó a pintar algún decorado para la preproducción, reconoce que “No llegué a leerme el guión completo, solo algunas partes del ejemplar que recibió Colin. Estaba ilustrado con unos dibujos no recuerdo de quien. Se trataba de una película de fantasía, con castillos, fortalezas y seres medio humanos medio reptiles”.[6] Comenzó junto a Prosper en Salomón y la reina de Saba (1958) o El Cid (1961), a las órdenes de Alex Weldon (1914-2004), en cuyo equipo continuó durante los setenta.