Hoy los musulmanes del mundo están celebrando su festividad más importante del año. Algo así como el día de Navidad para los católicos.
Se trata de la fiesta del cordero, que en árabe se llama Eid-Al-Adha, en los balcanes lo llaman Kurban Bajram o en Malasia e Indonesia se denomina como Hari Raya. Esta fiesta del día de hoy recuerda el sacrificio del profeta Abraham. Cualquiera que haya estudiado o leído algo sobre religión tiene que conocer a Abraham, el primer patriarca para cristianos, judíos y musulmanes. Cristianos judíos y musulmanes comparten mucha historia en la religión. Para el que no lo sepa, también Jesús, ese que para los católicos es el hijo de Dios, es un profeta para los musulmanes.
Foto de la casa donde yo viví durante unos meses en Marruecos, durante la celebración del Eid que tuvo lugar sólo unos días antes de aterrizar yo en el país, hace ahora cerca de dos años.
Abraham, para el que no lo recuerde y así simplificado, fue aquel súbdito de Dios al que este pidió que sacrificara a su hijo para mostrarle su amor y sumisión y el hombre aceptó. En el último segundo, cuando Dios comprobó que el ahora profeta estaba dispuesto a matar a su propio hijo por él, cambió al chiquillo por un cordero.
Para los musulmanes este es un acto muy honroso, teniendo en cuenta que Islam significa sumisión total a Dios. Los musulmanes dicen que el Islam no es sólo una religión, sino que es una forma de vida. Es muy cierto. Mientras en países como Bosnia, donde la religión no se lleva tan a rajatabla, esta también presenta mucha menos influencia, en lugares como Marruecos, muchas personas, en los barrios o pueblos más tradicionales, viven su día a día convencidos de que su vida es una constante sumisión a la voluntad de Dios y que su propia diversión y en ocasiones opinión no tiene lugar en este mundo. Si cumplen bien con todas las normas del Islam, una vez muertos será cuando podrán disfrutar realmente, al llegar al paraíso.
En un día como hoy, el patriarca de cada familia mata a un cordero para la celebración. Una tercera parte debe ser donada a los más pobres. Otra tercera parte se la comen los familiares y el resto es para el que ha sacrificado al animal. Recuerdo cuando llegue a vivir a Marruecos, que todas las personas que iba conociendo me enseñaban muy contentos fotos de un cordero muerto y colgado. Yo no entendía muy bien por qué. Y, teniendo en cuenta las limitaciones lingüísticas a las que me enfrenté en las zonas rurales, nadie me lo podía explicar bien. Me enteré poco después y es que aterricé en Marrakech sólo unos días después de la mayor fiesta del año.
También el día de hoy es festivo en las ciudades de Ceuta y Melilla, donde gran cantidad de la población es musulmana, desde el año 2010.
Os adjunto un artículo que leí hoy de El Mundo y que me pareció muy interesante, sobre las dificultades para los musulmanes que residen en España para celebrar el Eid: http://www.elmundo.es/elmundo/2013/10/14/internacional/1381750675.html