Los números no tienen absolutamente ningún sustrato o fundamento material, y ello por la sencilla razón de que una materia anumérica es una materia carente de estructura, desmesurada e impensable. Siendo evidente que lo irracional no puede ser ni es nunca fundamento de lo racional, se sigue:
- Que la materia per se no es fundamento de nada racional.
- Que, en tanto sólo lo racional puede ser fundado (ya que fundar es dar razón), la materia per se no es fundamento de nada. - Que lo racional debe fundarse a sí mismo.