Hace un par de años puede evidenciar esa situación con una amiga que buscaba tener un Parto Vaginal después de una cesárea. Encontró en su ciudad un médico que se ostentaba a favor del parto natural y en sus citas le mencionaba que era posible que tuviera un parto vaginal. Ella se sentia segura y le depositó su confianza.
El embarazo transcurrió sin complicaciones y ella y su bebé estaban saludables sin embargo, alrededor de la semana 36 recibió la sugerencia de su médico de mejor realizar una cesárea! Las causas: el bebé venía grande, el antecedente de su cesárea anterior y el cuello de su matriz estaba muy cerrado!
Con el tiempo encima, las dudas comenzaron a hacer efecto, esta mujer una vez segura de su decisión eligió seguir el consejo (¿desinteresado?) de su médico de confianza de no poner en riesgo a su bebé. Su bebé nació antes de la Navidad.
Un fenómeno inaudito
Es en estas semanas de agitación por las festividades de fin de año que ocurre más frecuentemente que se pasen a segundo termino los tiempos naturales del parto y se programen los nacimientos en función de cuestiones externas. Los diagnosticos son variados, incluso hasta creativos. Ya sea que directamente se decida una cirugía por conveniencia o que se recomienden bajo supuestas condiciones de riesgo para el bebé como circular de cordón, bajo nivel de líquido amniótico o un bebé demasiado grande, entre otros, se está jugando con las emociones de los padres. El efecto es el mismo. Se arriesga la vida de un nuevo ser y de paso, de su mamá y se afecta la integridad física y emocional de ambos, únicamente por la conveniencia de un tercero.La impaciencia tiene su precio
Esto es preocupante, ya que se interrumpe arbitrariamente el proceso de crecimiento de los bebés nacidos en estas circunstancias y su desarrollo se ve afectado. Los bebés nacidos de esta manera tienen mayores posibilidades de ser prematuros y se pone en riesgo su salud pues tienen mayor incidencia de padecimientos directamente relacionados por nacer antes de tiempo, como son deficiencias respiratorias, hemorragia cerebral entre otros, pero también tiene efectos en la vida adulta.Las inducciones y cesáreas infundadas ponen en juego la vida de dos seres humanos.