Los niños copian conductas de enfrentamiento de sus padres

Por Pequelia @pequelia

Sabemos muy bien que los niños imitan lo que ven y que son sus padres los modelos que siguen para casi todo, inclusive lo malo. Los niños que presencian los enfrentamientos de sus padres o los comportamientos negativos de ellos son mucho más propensos por ejemplo a enojarse con facilidad y a tener un mal comportamiento ya que van asimilando esa energía negativa como parte de su conducta.

Esto se pudo conocer en base a una investigación sobre la conducta de un grupo de niños adoptados con edades de entre 9, 18 y 27 meses en relación a sus padres adoptivos, correspondientes a un total de 361 familias, analizando por separado los datos genéticos de los niños y de sus padres biológicos. Los datos revelaron que los padres adoptivos que tenían cierta facilidad para reaccionar con un enojo exagerado a las malas conductaso los errores de sus hijos tenían niños que tendían a comportarse mal o a hacer gran cantidad de rabietas por todo.

Esos niños que tenían como ejemplo poca paciencia, enojos y gritos entre los 9 y los 27 meses de edad, tenían muchas mayores probabilidades de convertirse en niños problemáticos hacia los 24 meses, con la posibilidad de presentar problemas de aprendizaje, inclusive.

Los especialistas analizaron la posibilidad entonces de que las conductas negativas que se absorven en el hogar tendrían un propio proceso de desarrollo que afectaría de forma directa las conductas posteriores de los niños, y en asuntos de la genética eso se presentaba también en casos en los que los niños habían heredado un riesgo genético de emocionalidad negativa por parte de sus madres biológicas aún cuando fueran criados en un ambiente familiar con bajos grados de estrés.

La autora, Shannon Lipscomb, profesora asistente de ciencias del desarrollo humano y de la familia de la Universidad Estatal de Oregón, agregó:

“La capacidad de los padres de regularse a sí mismos, y de permanecer firmes, confiados y no reaccionar de forma exagerada es una forma clave en que pueden ayudar a sus hijos a modificar su conducta”…”Como padre, uno da el ejemplo con las propias emociones y reacciones”.