Los niños de 3 años son capaces de reconocer las conductas e intenciones de otras personas de su entorno y responder consecuentemente ante ellas, según un estudio del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva de Leipzig (Alemania).
A lo largo de la investigación, en la que participaron casi un centenar de niños alemanes de clase media y tres años de edad, se ha observado que la amabilidad de los niños disminuye cuando la persona a la que intentan ayudar hace daño a otra, o cuando ven que su meta supone perjudicar a otro, aún sin causar daños.
Aunque ya sabíamos que los bebés reconocen las intenciones de los adultos, esta investigación profundiza en la comprensión del desarrollo moral infantil, ya que plantea la posibilidad de estudiar la reacción de los niños en términos de cooperación y ayuda a los otros.
En palabras de Amrisha Vaish, directora del estudio, “al descubrir que los niños son tan sofisticados y críticos al prestar ayuda, nuestros estudios muestran que los más pequeños son sensibles no sólo a las conductas morales de los demás sino también a las intenciones que existen tras esas conductas”.
Para realizar la investigación, se crearon diversos escenarios en los que los niños tenían que responder ante el comportamiento de adultos actores en diferentes situaciones que implicaban ayuda (pegar juntos un dibujo que alguien había roto), daño (romper el dibujo de otra persona), intenciones de hacer daño (querer romper el dibujo de otra persona sin poder hacerlo) y daño accidental (romper sin querer el dibujo de alguien). Después se desarrollaba un juego en el que los niños tenían que decidir si daban o no a los adultos una pieza del juego que les faltaba.
Los resultados de la investigación han demostrado que los niños ayudan menos cuando observan que la otra persona daña a otros, e incluso cuando esta sólo tiene la intención de dañar, aunque no consiga realizarlo. Cuando la persona presta ayuda o cuando provoca un daño sin querer, los niños también ayudan, lo que corrobora la tesis de que los niños de 3 años son sensibles a las conductas morales de los otros y también a sus intenciones.
Fuente | Europa Press
Foto | familymwr