Pensábamos que por esto de la evolución, las nuevas generaciones tenían que ser más altas, más inteligentes y más fuertes. Pero la ciencia en las investigaciones más recientes no está haciendo sino echar por tierra todas nuestras predicciones. Ya lo apuntaron en sectores de la prensa donde, muchos ven conspiración y ocultismo, pero datos científicos revelaron que era cierto, nuestra inteligencia va en involución. Ahora comprobamos que no solo somos más tontos, sino que encima también los niños son más lentos ahora que fueron sus padres a su edad. ¿Vamos hacia atrás en la especie humana?
Un estudio de millones de niños alrededor del mundo concluyó que muchos de ellos no pueden correr tan rápido o tan lejos como lo hicieron sus padres cuando eran jóvenes.
El trabajo presentado en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón sugiere que los niveles de la salud física estarían en declive.
El profesor Michael Gwitz, de la Asociación Americana del Corazón, aclaró que el tipo de ejercicio “es verdaderamente importante”, pues debe ser algo que te haga sudar y que sea “sostenido y dinámico” para promover la condición cardiovascular.
Fuente: BBC
Ni más listos, ni más fuertes, ni más veloces. Menudo chasco. Y encima, tal y como están los índices de crecimiento económico y la pobreza del país, los niños, ante la falta de una alimentación equilibrada y correcta, podrían ser también más bajos a partir de ahora. Todas nuestras predicciones acerca de los niños del futuro y de nuestra sobrealimentada autoestima configurando el concepto acerca de cómo será el producto mejorado de nuestra genética se ha ido al garete.
Pero bromas aparte, el dato que no señalan no es desde luego para tomarlo como un chiste y es que esconde unas causas mucho más profundas y preocupantes. Los niños son más lentos que sus padres por dos razones, y es que están más gordos, y además, están desentrenados. Si los niños de los 70 y 80 hacían vida en la calle, corriendo y jugando, y trasteando en pos del cabreo de sus padres sin miedo a regañinas ni a chichones, y los de décadas anteriores no digamos, los niños de hoy únicamente practican un deporte virtual a través de un pantalla y un mando a distancia.
Falta de forma física, adultos enfermos
Lo que preocupa a los médicos y mucho, es que no hay manera de adoptar hábitos saludables duraderos en la edad adulta. Cuando nos hacemos mayores nos invade el sedentarismo. ¿Qué sucede si un niño ya es sedentario durante su infancia? Ni la mentalidad, ni el corazón son proclives a cambiar de estilo de vida cuando nos hemos pasado medio vida en plena comodidad. Estos niños de hoy son más lentos porque no hacen deporte habitualmente, porque no tienen resistencia, y exponen a su corazón a esfuerzos que, dentro de pocos años, les pasará una desagradable factura.
Para estar sano, hay que sudar la camiseta. Aunque esto suponga una bronca de la madre. Para lavar camisetas está la lavadora y para tener recambio de ropa limpia sin gastar dinero, los outlets. No hay excusas, no hagamos niños vagos.