Jacob y Moisés Stein viven con su tía Judit en París hasta que en agosto de 1942 se desata la gran redada contra los judíos extranjeros.
Sus padres, unos conocidos dramaturgos alemanes se han escondido en la Francia Libre, pero antes de que su tía logre enviarles al sur, los gendarmes los detienen y los llevan al Velódromo de Invierno, donde más de cuatro mil niños, cinco mil mujeres y tres mil hombres tuvieron que subsistir sin comida ni agua durante cinco días.
Jacob y Moisés logran huir antes de ser enviados en trenes hasta el campo Drancy. Cuando acuden a su casa en París su tía ha desaparecido. Deciden viajar en solitario a Valence para buscar a sus padres, pero el camino no será nada seguro ni fácil.
Editorial: Harper Bolsillo; Edición: 1
Encuadernación: Digital y Papel
Mario Escobar es un escritor e historiador con un número importante de libros publicados, director de la revista Nueva historia para el debate y colaborador de la ONG Misión contra la Lepra, entre otras ocupaciones.
Mario se sirve de un hecho real para construir esta novela de ficción. Su experiencia como historiador influye positivamente a la hora de crear este relato, aportando datos importantes sobre un capítulo de la historia desconocido para mí, el cual me ha parecido muy interesante.
Situada en Francia durante la Segunda guerra mundial, cuenta la peripecia de dos hermanos judíos que a consecuencia de la guerra se encuentran solos e intentan buscar a sus padres. Los escenarios están bien descritos y la ambientación de la novela conseguida, el argumento es bueno y concibe una bonita historia.
El lector acompaña a estos niños a lo largo del país y juntos irán conociendo diversos personajes de toda índole. Estos encarnan sentimientos y aptitudes que las guerras extraen de las personas, los hay buenos y malos, con miedo al castigo, necesitados de justicia, supervivientes, generosos, desesperados, resignados, abominables.... Todos aportan la razón necesaria que influye en las decisiones de sus protagonistas para guiarlos hacia su destino.
Lo que no me ha gustado de esta historia ha sido la personificación de los dos protagonistas, sus razonamientos no son los propios de unos niños, y cómo ha ido forzando el curso de la trama para llevar al lector a lo esencial del libro.
Lo más interesante de este trabajo es lo que el autor relata sobre un pequeño pueblo francés llamado Le Chambon-sur-lignon. Este lugar habitado en su mayoría por protestantes, fue un oasis para miles de niños judíos que huían de la persecución de los Nazis. El comportamiento de una parte de Francia al colaborar con los alemanes, contribuyó al exterminio de miles de personas por el simple hecho de ser judíos y este pequeño lugar luchó para salvar a todos los que pudieron.
El pastor protestante André Tromé y su mujer Magda encabezaron el movimiento de solidaridad que secundaron los aldeanos, haciendo frente pacíficamente a los alemanes y franceses colaboracionistas.
Solo por conocer este hecho y por todos los apuntes históricos que va engarzando el autor a lo largo de la trama merece la pena leer esta novela. Aunque sus protagonistas me han resultado poco creíbles, el libro es ameno, dinámico y está bien escrito. Espero que sea del agrado de quién lo lea.
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