Elefantpassernes born
Peter Høeg
Ediciones B
Traductora: Sofía Pascual.
422 págs
Sinopsis:
El párroco de Finø y su esposa han desaparecido de nuevo, y sus hijos han quedado desamparados. Las autoridades locales los internan en un centro de menores, pero ellos escapan con la intención de ir en busca de sus padres e impedir que cometan un grave desatino durante el Gran Sínodo de las religiones.
Comentario:
Esta novela no es apta para lectores que busquen realismo a ultranza o un tono serio. Se trata de una historia de argumento descabellado, llena de peripecias y aventuras en el marco de una provinciana ciudad danesa y sus alrededores, con todo un paisanaje estrambótico en el que destacan los líderes locales de las religiones luterana, hindú, islámica e incluso la de los dioses paganos nórdicos.
Narrada en primera persona por Peter Finø, niño de catorce años, hijo del párroco del pueblo y de la organista, experta constructora de artilugios, casi siempre para el mal, mantiene desde el inicio un tono humorístico causado tanto por los comentarios irónicos del joven como por la descripción de las situaciones en las que se ven inmersos él y sus dos hermanos, la adolescente Tilte y el hermano mayor Hans, aunque este tiene una presencia más difusa. Las reflexiones que surgen al hilo de los acontecimientos generalmente no excluyen una visión mordaz de sus padres, unos auténticos estafadores y delincuentes, que desaparecen cada dos por tres y los dejan abandonados, y cuyos timos el joven nos relata con detalle (como por ejemplo, la fabricación de milagros, etc).
El inicio y presentación son un poco lentos, y quizás demasiado prolijos, aunque al menos para mí, se sostiene por el fino sentido el humor, las muestras de ingenio y la descripción de los personajes atípicos y extravagantes que rodean a la familia Finø, como el peculiar conde Rickart, bisexual, vividor, amantes de las drogas y aficionado al archilaúd y la poesía, o la pareja de policías Lars y Katinka (pareja en más de un sentido), o los representantes de las diversas religiones, a cual más delirante. Para aumentar el efecto humorístico no se escatiman las exageraciones y el uso de nombres extraños (incluso para un danés), y las bromas acerca de Dinamarca y la cultura provinciana de Finø. También con las comparaciones que hace Peter, en las que tienen mucho peso el fútbol y la religión.
Conforme se avanza en la trama se acelera el ritmo, con la inclusión de la trama de búsqueda de los padres y la posterior, que entra ya en la novela de aventuras, con robo y bombas incluidos, en la que se suceden episodios disparatados (y poco creíbles si uno no lo ve bajo el velo del surrealismo), y en los cuales el ingenio de Peter y Tilte se pone a prueba y siempre tiene éxito. Hay partes que parecen de novela picaresca.
Al final, parece que la historia se pone más seria, cuando Peter reflexiona sobre la soledad, el amor y otros temas espirituales. Aunque parece que la obra cuestiona la parafernalia religiosa, y la ausencia de contenido de los ritos, la falta de espiritualidad o directamente pone esta en cuestión, la crítica no es mordaz sino más bien tirando a benevolente. A mi modo de ver no funciona como debería, quedándose la novela en un relato entretenido (esto según gustos) y humorístico que podría haber llegado más allá si no tuviera tantos lances, tantos personajes y esa dispersión un tanto bizantina que lo adorna.
En resumen, una larga novela para amantes del humor, lo nórdico y la crítica sutil a las religiones.
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