Los niños maltratados reaccionan como los soldados en combate

Por Pequelia @pequelia

Una investigación desarrollada por especialistas del University College de Londres (Reino Unido), concluye que los cerebros de los niños maltratados reaccionan como los soldados en combate, es decir, reaccionan con más facilidad y rapidez frente a las amenazas externas. Por el contrario, estos niños también tienen un mayor riesgo de sufrir en un futuro ansiedad o estrés, claro que también sería interesante destacar otros estudios que muestran las consecuencias del maltrato infantil.

Será interesante retomar la lectura del post El maltrato infantil y los cambios genéticos, Maltrato infantil y envejecimiento celular o el dolor de tripa crónico y maltrato infantil entre otras. Las consecuencias van más allá de lo que podamos imaginar, son varios los problemas derivados del maltrato infantil, quizá el más notorio es la vulnerabilidad ante los problemas de salud mental. Un niño que ha vivido en un hogar donde el ambiente violento ha sido la tónica dominante, se vuelve más atento ante las amenazas y reacciona con más rapidez, de ahí que se realice una comparativa de la reacción de los niños maltratados y los soldados en combate.
Los investigadores indican que estas respuestas frente a una señal de amenaza permiten a los niños mantenerse fuera de peligro a corto plazo, pero a la larga puede constituir un riesgo neurobiológico en un futuro. Se trata del primer estudio que con la toma de imágenes mediante resonancia magnética del cerebro de los niños maltratados, se estudia cómo afecta en el desarrollo la violencia y abusos físicos. De la investigación de estas imágenes se ha podido concluir que aquellos niños que observan una cara de enfado y anteriormente han sufrido maltrato, en sus cerebros se incrementa la actividad de la ínsula anterior del cerebro y en la amígdala, regiones implicadas en la detección de amenazas y anticipación al dolor.

Por otro lado, aquellos niños expuestos a la violencia doméstica y que no mostraban ansiedad o depresión, reaccionaban de forma diferente ante una cara que mostraba tristeza o enfado, aunque esto no quiere decir que las experiencias no les afecten en un futuro.

Los investigadores indican que no se aprecian daños cerebrales, en cambio se aprecia que el cerebro muestra un patrón de adaptabilidad ante un entorno hostil, como decíamos, a corto plazo es una ventaja pero con consecuencias a largo plazo, los niños se vuelven más vulnerables en estado adulto ante los problemas antes citados, sobre todo ansiedad y estrés. Dado que el aumento del maltrato infantil es notorio, el riesgo de que este tipo de problemas se incremente en un futuro es elevado, por ello los investigadores apuntan a que es necesario tomarse en serio el problema y tratar de luchar contra la violencia y el maltrato familiar.

La investigación constata que a priori el cerebro es capaz de adoptar determinados mecanismos de defensa, por eso los niños maltratados reaccionan como los soldados en combate, pero a la larga son vulnerables a sufrir los trastornos descritos. Puedes conocer más detalles del estudio a través de este artículo de la revista científica Current Biology.