En los últimos años ha crecido notablemente la cantidad de partos por cesárea en comparación a aquellos por vías vaginal, la razón es que muchas veces es necesario, pero en otras ocasiones se elige por conveniencia, tanto por parte de la madre como por parte de los médicos. En los últimos años también se ha tratado de inculcar a las futuras mamás a tener sus hijos por partos naturales, ya que el desarrollo del proceso es mucho más conveniente.
Un reciente estudio de la Universidad de Copenhage (Dinamarca), por ejemplo, ha podido indicar que los bebés nacidos por cesárea son mucho más propensos a sufrir de alergias comparados a aquellos pequeños que nacieron por parto natural, dado que indica que cuanto menor es el número de bacterias con las que se cuenta en los intestinos durante la infancia, mucho mayor es luego el riesgo de sufrir alergias durante la vida adulta.
Hans Bisgaard, investigador de la Universidad de Copenhague y coautor del estudio, explica al respecto:
“los bebés que nacen por parto natural, y que por lo tanto están expuestos a las bacterias del recto materno, tienen menor riesgo de padecer asma y alergias que los que nacen por cesárea, que se exponen a menos variedad de microorganismos al nacer”.
Aparentemente, según el estudio, es necesario que el individuo se exponga a una gran cantidad de bacterias diferentes durante el período de gestación y durante los primeros meses de vida, ya que es entonces cuando el sistema inmunológico se encuentra en pleno desarrollo, por lo tanto, en proceso de aprendizaje natural.
Resulta irónico que la exposición a las bacterias y a la suciedad dé por resultado bebés mucho más fuertes, cuando en cualquier caso se consideran una amenaza contra la salud, lo cierto es que en cualquier caso la naturaleza es sabia, por lo tanto, dentro de lo posible lo mejor será elegir siempre que se pueda el parto vaginal.
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