Los niños también están expuestos al síndrome de depresión posvacacional

Por Doulatelde @doulatelde

Insomnio, llanto o trastornos digestivos, como vómitos o diarreas, son algunos de los síntomas más frecuentes de este trastorno.

La adaptación a la rutina tras las vacaciones puede ocasionar determinadas alteraciones emocionales y físicas, en lo que se conoce como como ‘síndrome de depresión posvacacional‘. No sólo los adultos sufren este trastorno; también afecta a los niños, que deben recuperar su ritmo habitual en cuanto a horarios, alimentación y actividades en muy poco tiempo. La Dra. Marta Campo, jefa del Servicio de Psicología del Hospital Sanitas La Zarzuela, apunta. a este respecto, que “en realidad, no existe una patología de depresión posvacacional tipificada como tal en los manuales, pero al regresar del periodo vacacional pueden aparecer reacciones que responden a la dificultad de retomar la vida diaria”. 

Según esta especialista, los padres tienen un papel fundamental a la hora de ayudar al niño a manejar el comienzo de la nueva etapa académica tras la finalización del periodo vacacional. Si contribuyen a identificar los aspectos positivos de la vuelta al colegio, el niño se adaptará a la nueva etapa sin problemas. Ver a los compañeros de clase, recuperar sus juguetes o dormir de nuevo en su habitación son algunas de las ideas que los padres pueden utilizar para que los niños tengan ilusión por recuperar su rutina.

Según la Dra. Campo, “depende de la edad del niño y de la intensidad del sufrimiento que presente, pero los síntomas de este síndrome de depresión posvacacional en niños pueden incluir insomnio, llanto o somatizaciones digestivas como vómitos o diarreas. Estos síntomas responden a un rechazo al colegio, cuyas causas podrían existir antes de las vacaciones”. “Si fuera así”, prosigue, “y el niño tuviera problemas de relación con los compañeros o una dificultad académica significativa, no se trataría de un desajuste a la hora de retomar el ritmo de la vida cotidiana, sino de algo más grave, que tendría que ser evaluado por el psicólogo”.

Consejos para evitar el ‘síndrome de depresión posvacacional’

-Los padres deben planificar el regreso.

-Fomentar la adaptación del organismo a los nuevos horarios. Reservar un par de días para que los niños se adapten a los horarios del otoño.

-Evitar transmitir a los niños la idea de que retomar la vida cotidiana conlleva algo negativo. Si perciben normalidad en los padres, ellos también actuarán con normalidad.

-Reforzar los aspectos positivos de la rutina. Potenciar las ventajas de la vuelta al cole (ver a los compañeros de clase, dormir en sus camas, recuperar sus juguetes, etc.).

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Ni que cabe decir que lo expuesto en este estudio está generalizado y que cada niño es único, igual que cada familia, y la flexibilidad es importante, sobre todo cuando se trata de niños pequeños.