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Con este post participo en la iniciativa de Hay vida después de los 6 que aunque no siempre puedo participar pero me tiene enganchada y los temas que tratan son muy interesantes.
En esta ocasión el tema me atraía especialmente "los niños y las tecnologías"
Ojo como ha cambiado la cosa y lo peor o lo mejor, según el punto de vista con el que queramos verlo es cómo siguen y seguirán cambiando.
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Últimamente he leído algún que otro artículo sobre lo preocupante que es que nuestros hijos pasen demasiado tiempo con el ordenador, en internet y de todos los peligros que conlleva. Madre mía, a veces es que veo unas noticias tan, tan, tan, tan, tan graves, que ganas me dan de meter a mis hijos en una burbuja y quemar todo objeto tecnológico como ordenador, tablets, móvil, consola y hasta la antigua maquínita esta del tetris de mi época. ¡¡¡Socorro que vamos a arder en el infierno y nuestros hijos serán unos pecadores maleantes que no sabrán utilizar las manos, ni jugar, ni serán nunca felices!!!
Vamos a ver, yo creo que se exagera un poquito. Seguro que alguien me tirará alguna piedra por este post, pero que le vamos a hacer. No me importa que mis hijos sepan más de móviles y de tablets que yo. Pues sí, mi hijo con 3 años maneja la tablet mejor que yo y hasta que su hermano con 5. Que no es bueno para su salud mental, pues mira no lo sé, como tampoco lo es que un niño de su colegio se pase el día diciendo tacos y hablando de matar perros o ver un capítulo de Bob Sponge que muy educativo tampoco es que sea. No digo que se tengan que pasar las horas jugando a la consola o con el móvil, pero que tampoco es ningún delito ni les va a hacer un daño irreparable. Es más ,es que creo que es necesario también. Es una nueva generación que está creciendo con ello. Si hace X años, no pienso deciros cuantos, era lo más, que un niño fuera a una academia de informática, con esos ordenadores del año de la tos y su pantalla verde que te la quedabas mirando esperando que salieran fuegos artificiales de allí y no conseguías más que hacer pequeños dibujitos con las letras del teclado.
No digo que no tenga cierto peligro y que por supuesto hay que controlar lo que ven y lo que hacen, pero no considero que sea nada malo que un niño se entretenga en una cena familiar cuando el tema no le interesa nada, jugando con su consola. Lo siento pero prefiero eso, que tener al niño muerto del aburrimiento, que los padres también tenemos derecho a tener una comida en familia. ¿Por qué está tan mal visto si a mi hijo le dejo que juegue un rato, en vez de estar corriendo como un loco por el restaurante o muerto del aburrimiento porque no le interesa nada los temas de conversación?. Sería mejor llevarme un juguete super educativo de estos que les enseñan de todo, pero oye que una tablet ocupa mucho menos y tiene muchas más posibilidades. Lo siento mucho pero hay que ser realista y la vida ha cambiado, hay que aceptarlo.
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Desde luego todo bajo una supervisión y controlado en todo momento. Lo que no voy a hacer es tenerlos la tarde entera jugando a la consola para yo estar tranquila, que tentador es, no lo vamos a negar, pero hay muchas cosas que también ser pueden hacer.Todo esto lo cuento desde la perspectiva de que mis hijos todavía son pequeños y que lo único que hacen de momento es algún juego tipo puzzle, o de dibujar y cosas así o los dibujos del clan que de tantos apuros nos sacan.
El "problema" lo veo más en niños de otras edades, a partir de 8 o 10 años que ya incluso tienen su propio móvil. Que así a priori digo yo que para qué necesita un móvil un niño con 10 años, pero como en esta vida no se puede decir de este agua no beberé, mejor no digo nada. El caso es que cuando ya tienen más autonomía y empiezan a contactar a través de las redes sociales, ahí sí que se me hace un nudo en el estómago. ¿Cómo controlas eso?, o peor aún, ¿cómo le dices que deje el móvil y que no ponga fotos o haga comentarios en Facebook, cuando tu te pasas el día haciéndolo?. Es que ya me lo planteo y no me ha llegado el momento. Cuando eso llegue, que llegará, supongo que me armaré de paciencia y estaré muy, muy, muy alerta, o bien me convertiré en una madre espía que está por todos sitios para no perderse ni una coma de lo que su hijo escribe. Hijo que por supuesto se mosqueará por no poder tener intimidad. Pero y cómo consigues que tu hijo no caiga en ningún asunto poco decoroso. Por mucho que les advirtamos y ellos sean conscientes de los peligros que puedan existir porque se los hayamos explicado y retequeexplicado mil veces, la curiosidad y la edad harán que en algún momento haga algo que no deba. Espero haber enseñado todo lo que se pueda enseñar para que mis hijos tengan la responsabilidad suficiente como para no cometer ciertos errores, o que si los cometen sean capaces de contarlo con naturalidad.Por eso pienso que desde el momento en el que ellos empiecen a comprender que existe un mundo virtual al otro lado del mundo 1.0, hay que explicarles claramente todo lo que se pueden encontrar, al igual que ahora les decimos que no pueden cruzar la calle corriendo y hay que esperar a que el semáforo esté verde, con las redes sociales y las relaciones virtuales también. Para ello lo mejor es que aunque les des confianza y "mano ancha" (o eso crean ellos), es necesario que sigan unas reglas en cuanto al funcionamiento, sobre fotos, información que den, contactos que hagan y un largo etc que ya me encargaré de confeccionar cuando llegue el momento que seguro que no queda tanto como pienso.
Si es ahora y cuando me ven hablando por el móvil con alguna amiga 2.0 ya me comentan cosas del tipo "yo también quiero hablar con mi amigo como tu por el móvil". Uff que miedito da pensarlo.
A día de hoy mi preocupación es solo del tipo "no te dejo más el móvil que ya has jugado bastante", pero según vayan creciendo la cosa se irá complicando.
De momento no me considero un madre pecadora jaja, por dejar a mis hijos ver los dibujos mientras comen en un restaurante, pero sí considero que hay que tener un control, poner unos límites y estar muy atentos según van creciendo y van adquiriendo más autonomía.
¿Y tu de qué lado estás?, ¿"pecadora o no pecadora"?