Cada verano las medusas se convierten en un peligro para la salud de los niños y adultos que acuden a las playas. Te damos unos consejos para prevenir y curar las picaduras de medusas.
Foto: Wikimedia Commons
MÁS VALE PREVENIR QUE CURAR
- No se debe tocar NUNCA una medusa. Aunque estén muertas, inoculan una sustancia en la piel que produce picor.
- Es recomendable poner barreras entre la piel y la medusa. Puede ser una crema solar, una camiseta, un bañador que cubra el máximo de superficie corporal…
- Evitar la zona donde rompen las olas, porque es donde hay mayor densidad de medusas.
- Si hay medusas visibles o lo indican las autoridades, lo recomendable es no bañarse. El riesgo es alto.
- La persona que ha sufrido una picadura queda especialmente sensibilizada. Una segunda picadura puede provocar una reacción más grave.
¿QUIÉN ES MÁS PROPENSO A LAS PICADURAS?
- Todos podemos sufrir las dolorosas irritaciones del contacto con una medusa. Pero están especialmente expuestos los niños y las personas que sufren alergias, asma o enfermedades cardiovasculares.
- La irritación suele durar varios días, pero puede reaparecer en semanas o meses posteriores.
Y CUANDO PICAN ¿QUÉ REMEDIOS HAY?
- Salir inmediatamente del agua, para evitar otras picaduras.
- No rascar la zona afectada ni frotarla con toallas.
- Si quedan restos de la medusa adheridos a la piel, retirarlos con una pinzas o guantes.
- Limpiar la zona con agua salada. NUNCA CON AGUA DULCE, porque aviva las toxinas.
- Llenar una bolsa de plástico con hielo y aplicarla durante 5 minutos sobre la piel. No aplicar directamente el hielo porque tendría el mismo efecto que el agua dulce. Repetirlo, si es preciso, para calmar el dolor.
- Aplicar alcohol con yodo sobre la piel, u otro antiséptico, varias veces al día durante los siguientes 3 días.
- No dudar en acudir al centro médico en caso de temblores, mareos, dolor intenso o náuseas.
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