Los niños y los teléfonos móviles: educar con el ejemplo

Por Y, Además, Mamá @yademasmama

Desde hace un tiempo me preocupa que mi hijo crea que miro demasiado el teléfono móvil. Ahora que es plenamente consciente y cada día nos sorprende imitándonos y entendiendo a la perfección lo que le digo, empiezo a sentirme mal por contestar whatsapps mientras juego con él o por revisar las notificaciones de Twitter mientras le doy la cena. O simplemente por tener el móvil siempre cerca.

No me gustaría que algún día llegue a sentirse en segundo plano por culpa de nuestros teléfonos o que crea que estoy enganchada a la pantalla. Pero sobre todo, no quiero que me tome como ejemplo y que, dentro de unos años, tenga que ser yo quien le recrimine por no separarse de su iphone en la mesa o mientras hablamos.

Así que cuando me enteré de que Diana González (formadora en temas de Internet, identidad digital, redes sociales y smartphones en las familias) iba a dar una charla en el mum’s on the rocks sobre este tema, corrí a apuntarme. Ella hizo hincapié en que se educa con el ejemplo.

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Es incoherente darle a un niño la tablet para que no moleste en una comida familiar y después ponerle restricciones y pedirle que, en el día a día, haga un uso responsable. Así que me estoy concienciando para que me vea usar el móvil el menor tiempo posible. A no ser que tengamos que llamar a la amatxi para contarle cómo le ha ido en la escuela infantil. En ese caso, se lo explico primero para que vea que el smartphone se usa con un sentido. Cómo uso yo la tecnología determinará cómo la utilizará mi hijo.

Y para ello Diana propone una idea muy interesante: un parking de móviles. Un lugar a la entrada de casa donde, además de dejar las llaves, los padres podamos dejar los teléfonos y sólo cogerlos si es estrictamente necesario. Y, por supuesto, tenerlos en silencio al menos un rato. Esto lo estoy hablando con el padre de la criatura, pero sí hemos decidido por el momento que mientras comemos (sobre todo el fin de semana), los móviles estén lejos. La mayor parte de los mensajes pueden esperar, aunque la inmediatez de la mensajería instantánea nos urja a estar siempre conectados.

Se trata de crear buenos hábitos para el día de mañana y ahorrar en conflictos cuando introduzcamos al niño en el uso de Internet. En la charla quedó claro que la tecnología se tiene que introducir en casa y con los padres.  No vale que su primer teléfono móvil sea un regalo de la abuela para su comunión; son los padres quienes tienen que comprarle a su hijo el primer smartphone, porque sólo de esta manera podrán controlarlo y poner normas.

Diana González, durante la charla en el mum’s on the rocks.

Educar en qué se comparte

Diana González destacó la importancia de educar en el contenido, en qué se comparte y qué no. “Podemos sentarnos con el niño a subir una foto de nuestras vacaciones a Facebook en la que está su prima y preguntarle si cree que podemos colgarla así o si deberíamos consultárselo antes, por ejemplo”, dijo. Cuidando la empatía desde el principio se fomenta que el niño, después como adolescente, comparta en las redes sociales fotografías, comentarios o bromas que puedan pasarle factura en un futuro.

Y una cuestión que me llamó mucho la atención. Nuestros bebés tienen identidad digital, un rastro de imágenes, comentario y datos que dejamos los padres en las redes sociales sin planteárnoslo. De hecho, un 30% de los bebés tiene perfil en twitter o Facebook sin haber nacido (con su ecografía como foto de perfil) y un 59% de los niños tienen redes sociales antes de los 10 años (a pesar de que la edad legal son 14 años).

Una herencia digital que muchas veces no se puede borrar y en la que no caemos en cuenta, sobre todo cuando después de unos años exigimos que no se suba material sin control. “El mejor control parental somos nosotros mismos. Los padres tenemos la responsabilidad de su identidad digital”, aclaró. Un consejo para todos: cuidado con lo que se comparte en la red, porque se queda ahí y se puede recuperar en el futuro.

- Si quieres más información sobre la charla de Diana González, pincha aquí.

¿Qué os parecen estos consejos? ¿Creéis que los niños nos ven demasiado conectados a la red diariamente?