Los no amados.
Se reúnen en algún sitio por las noches
los no amados a beber hasta la muerte,
orgía de besos y abrazos de mentiras,
de cigarrillos y amoríos inexistentes.
Noches de luna y nubes negras,
de tragos de whiskey, tequila y vodka,
de carmines deslavados en la boca…
e historias para olvidar al día siguiente.
Sentados a la barra se murmuran uno al otro,
se invitan tragos como viejos conocidos,
gestos y roces miles por sobre la ropa…
y el amor no surge, pero poco importa.
Se funden de pronto en un beso enorme,
el aire falta o es quizás insuficiente,
se olvidan de todo, incluidos los amores…
que profesan, pero no les corresponden.
Una copa tras otra y sigue todo,
un trago más y otro tequila,
el alcohol, un corazón roto…
y un amor a medias que se alquila.
Despertarán en algún punto, pronto,
sólos los dos entre sus soledades.
Acompañadamente sólos,
crudos de un amor inalcanzable.
Y es que los no amados no lo entienden,
que el corazón se acalla más no muere,
que el dolor se quedará siempre presente,
como este verso que ahora escribo…
Intentando beber hasta la muerte.
-Los no amados-