Procedencia: Güimil (Galicia)Fecha de publicación: 1 de enero de 2015 Género: rock progresivo, electrónica, electroacústica, rock espacial
Temas:
- A fronteira da noite 5:14
- O souto do teixugo 9:32
- O mesmo mundo estaba alá moi lonxe 2:08
- A pedra do galo 8:54
- Un barullo de paxaros 3:53
- Camiña a miña noite 11:22
- Os xardíns de acivros 2:52
- Kostia Bogomov 11:32
Una de las últimas producciones progresivas españolas es este disco de Koroiev, titulado Kostia Bogomov, una delicadeza y una exquisitez que aflora en el riquísimo género progresivo patrio actual, con sus elementos definitorios o distintivos, según sea la procedencia, el enfoque musical o las influencias que se puedan adoptar en uno u otro momento de su composición y ejecución.Y este trabajo de Koroiev, sublime y por encima de muchas producciones de este país en décadas, no iba a ser la excepción. Porque simplemente es tal la riqueza expositiva que uno no sabe si está escuchando un músico progresivo haciendo música electrónica o si en realidad es un músico electrónico haciendo música progresiva. Lo cierto es que su calidad reside en el término medio de su hipnótica escucha y asistimos, atónitos, a un ejercicio de música progresiva y electrónica, o al revés, no importa, que es un auténtico gozo para los sentidos, ni más ni menos.Estamos ante un viaje de sintetizadores y de cultura gallega, con su marcado componente celta en lo literario, maravillosamente ejecutado por Roberto Casteleiro, un músico intelectual o un intelectual metido a músico, tanto monta, curtido en mil aventuras, que se atreve, sin ningún tipo de objeción ni de reparo artístico a presentarnos una obra maestra que, supongo, ha sido gestada desde hace años mientras moldeaba sus otros proyectos paralelos (Fagot y Popota, Korokati o Primrose, por citar algunos).Y ahí es nada porque nos dona un recorrido musical, lleno de esencias del folclore gallego, del rock progresivo y de la música electrónica de la denominada Escuela de Berlín, llenos de extensos desarrollos abrumadores, delicados, llenos de energía y esperanza, oscuros, límpidos, creando una nueva sinfonía progresiva sustentada con enormes arreglos en sintetizadores, a veces de tremendo efecto orquestal, lánguidos desarrollos llenos de espíritu romántico, totalmente descriptivos, y que, pese a los ritmos casi industriales en varios momentos, transmiten una delicadeza, esa entrañable saudade, de dimensiones humanística que viaja por mundos etéreos, sombríos y olvidados, sin esperanza y con ella, que Roberto se afana en trasmitir por medio de su protagonista, Kostia, que realiza un viaje entre dos mundos narrado en torno al poemario de Celso Emilio Ferreiro.Un puro ejercicio de sentimiento, con cabida para excelentes melodías que fluyen por ambientes oníricos, llenos de lírica, literatura y corazón, y es que lo que contiene este disco es parte de Roberto, es parte de su cuerpo, de su alma… y se percibe. Se siente y se disfruta. Gracias por esta maravillosa obra de Arte, Roberto.