Chris Claremont hace ciertos dos refranes con Los Nuevos Mutantes Forever: “Cualquier tiempo pasado fue mejor” y “Segundas partes nunca fueron buenas”. Si en alguna entrevista comentó que su salida del título, allá en los años noventa, se debió mas a la carga de trabajo que a la falta de ideas, solo podemos decir que tuvimos suerte de que no continuara en la serie. Bueno, en realidad para lo que vino después y que terminó en X-Force tampoco es que tuviera mucho que ver con ese espíritu de la colección, pero eso es otra historia.
Pasados veinte años desde su ultima aparición en los créditos de Los Nuevo Mutantes, Claremont retoma el titulo como si nunca se hubiera ido. Lo hace llevando a nuestros protagonistas a Nueva Roma, donde deberán rescatar a Amara, víctima de un secuestro que se gestó en aquellos últimos números de Claremont en la serie y que se desarrolla en este primer arco argumental. Si en su momento la relación de Selene y Amara, las consecuencias de tener a Magneto como miembro del Club del Fuego Infernal o los conflictos internos de los miembros del grupo, le daban a la serie un fondo muy interesante, pasados los años se observa como un revival sin alma, por mucho que Claremont se esfuerce en mostrar a unos adolescentes que perdimos hace muuucho tiempo. Nada funciona y es casi esperpéntico el rol de Doug o el papel que interpreta Selene. Solo Warlock funciona y demuestra que tiene ese “don” para funcionar como secundario de lujo.
Que en el tomo se incluyan esos dos números de Los Nuevos Mutantes que enlazan con el experimento llamado Forever, no hace mas que daño a esos nuevos números del grupo. Todo un fiasco.
Valoración:3
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