Ambas etiquetas son el resultado de la pasión y profesionalidad con la que una pequeña gran bodega de la Ribera del Duero vive y siente la cultura del vino.
Es un vino estructurado, que ofrece una nariz especiada con un fondo de frutas silvestres sobre una madera fina que le aporta complejidad. En boca resulta sabroso y muy expresivo, logrando un equilibrio perfecto entre la acidez y el alcohol de los taninos maduros. PVP: 12 euros
En boca destapa taninos maduros sobre una carga frutal importante, que llena y deja un recuerdo largo que incita a seguir degustándolo. PVP: 16 euros.
Son dos importantes vinos elaborados con maestría por el enólogo Isaac Fernández, siguiendo las directrices del fundador de la bodega, el joven empresario David Cuellar, quien mantiene con firmeza los objetivos con los que nació la compañía: elaborar un vino con carácter y de gran calidad, en pequeñas cantidades.
Bodega Valdrinal [www.valdrinal.com] es la culminación de un sueño. Fundada en el año 2000 por el joven empresario David Cuellar, trabaja con absoluto mimo viñedos de más de 30 años localizados en el corazón de la Denominación de Origen Ribera del Duero, comercializando una producción muy controlada de la que aproximadamente el 70% conquista mercados exteriores, destacando países como China, México y Estados Unidos.
La bodega produce una cantidad media de unas 150.000 botellas por cosecha en diferentes gamas, para lo que trabaja unas 25 hectáreas de viñedo y cuenta con un parque de alrededor de 650 barricas, de las que el 90% son de roble francés y el resto americano.
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