Miles de políticos, entre ellos numerosos jefes de Estado y de gobiernos, lucen en sus solapas el símbolo de la Agenda, causando estupor a los que creen que esa agenda es una conspiración bastarda contra las libertades y derechos.
Sea o no cierto, millones de personas identifican la Agenda con los objetivos del llamado Nuevo Orden Mundial (NOM), un programa identificado con la construcción de una tiranía planetaria que acabaría con la democracia y establecería una dictadura de Estado único en el mundo.
Para mi, la agenda es una clara ruta hacia la tiranía mundial y responde a un programa de poder ideado y promovido por los grandes poderes que mueven el mundo desde las sombras, sin otro fin que el dominio, el control, la destrucción de la democracia y facilidades para los negocios y su propio enriquecimiento.
Francisco Rubiales