Desde que a finales de 2015 la ONU aprobar la Agenda 2030 sobre Desarrollo Sostenible, el concepto de sostenibilidad ha pasado de ser una idea a ser una realidad y un fenómeno social que está transformando las políticas de gobiernos nacionales y organismos trasnacionales, así como las estrategias de la sociedad civil, del sistema educativo, de la comunidad científica, y como no, del mundo de la empresa.
Y no es para menos porque, recordemos, que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) contemplados en dicha Agenda 2030 se dirige al mundo entero y tiene como lema principal no dejar a nadie atrás (en inglés, No One Left Behind).
Estos 17 ODS constituyen la mejor respuesta a los desafíos del momento actual, ya que se proponen restablecer el equilibrio ecológico del planeta y abordar los retos sociales más urgentes: poner fin a la pobreza, reducir la desigualdad y mejorar las condiciones de vida de la población.
Podríamos decir que la directriz principal de esta Agenda se concreta en que tenemos que hacer más con menos. Una exigencia que se entiende perfectamente desde las empresas, acostumbradas a operar con recursos que siempre son escasos.
Alcanzar los ODS requerirá, por una parte, aumentar la producción de alimentos, de energía, de infraestructuras para acceder al agua potable, de servicios médicos y educativos, principalmente.
Por otra parte, también deberemos reducir el impacto de nuestra actividad en el medio ambiente, de marea que sea compatible con los compromisos del Acuerdo de París y que se concretan en que el aumento de la temperatura no debe superar los 2ºC, incluso los 1,5ºC y no esquilmar los recursos naturales. En definitiva, consumir menos recursos.
De estas 2 apreciaciones es fácil deducir que el liderazgo empresarial es imprescindible para alcanzar los ODS. Y este liderazgo sólo se producirá si las pequeñas y medianas empresas (pymes) asumen este reto.
En España, las Pymes suponen más del 95% del tejido empresarial y generan más del 70% de la ocupación
Es posible transformar la economía y los mercados para que sean sostenibles, si disponemos de empresas capaces de asociar la rentabilidad económica con la generación de impactos sociales y ambientales positivos para las personas y el planeta. Ya sabes la famosa ecuación: Sostenibilidad = Personas + Planeta + Beneficios (en inglés, People + Planet + Profit)
Sólo contando con empresas con visión de futuro seremos capaces de construir una economía con futuro, de ahí que sea indispensable implicarlas en el desafío que supone la Agenda 2030.
Pero esto no solo es necesario por responsabilidad, sino también por la oportunidad que supone para las empresas.
Alcanzar los ODS reportará buenas oportunidades de negocio. Como primer paso en este camino surge la necesidad de conocer este nuevo marco de la sostenibilidad, para que sean capaces de aprovechar los desafíos que nos plantea el desarrollo sostenible.
Así la integración de los ODS en las empresas refuerza su competitividad en una economía global y afianzando su compromiso con una sociedad cada vez más concienciada y exigente a todos los niveles. El cambio del modelo económico lineal a una economía circular se torna imprescindible.
La adopción por parte de las empresas de los principios en los que se basa la sostenibilidad les abre un abanico de posibilidades en lo relativo a estas 6 áreas:
- Acceso a nuevos mercados
- Ahorro de costes
- Generación de alianzas con actores y negocio con grandes empresas
- Contratos en el sector público
- Mejora de la reputación y aumento de la confianza en la marca
- Cumplimiento anticipado de leyes y normativas
En una próxima entrega de ecointeligencia veremos estas áreas de oportunidades, pero en relación al nuevo escenario que se plantea podemos destacar, por ejemplo, la importancia que Comisión Europea ha otorgado a la financiación de proyectos de desarrollo sostenible dentro de su programa InvestEU.
Este programa europeo se desarrollará entre 2021 y 2027, y pretende activar 650.000 millones de euros en inversiones en cuestiones como infraestructuras sostenibles, investigación, innovación y digitalización, creación y desarrollo de pequeñas y medianas empresas, e integración social.
No hay duda, por tanto, de que estamos ante un cambio de paradigma que presenta tanto desafíos y retos importantes, como oportunidades.
Pocos dudas que el crecimiento y progreso futuro pasan por alinear los objetivos económicos de la empresas con la equidad y el respeto ambiental, todo ello sin dejar a nadie atrás, como nos repiten desde Naciones Unidas.
El artículo Los ODS y las nuevas oportunidades para las empresas se publicó primero en ecointeligencia - cambia a un estilo de vida sostenible!.