Los oficios de la escena

Por Fuensanta

Cuando asistimos a una representación teatral, o escénica en general, nos suelen entregar un folleto o programa al que se llama “programa de mano”. Incluso las compañías de aficionados y escolares suelen realizarlo para entregar al público. En ese programa aparecen todos los artistas que intervienen en hacer posible la representación y los artistas que representan. Es decir, los oficios de la escena, todas las personas que contribuyen con su trabajo y su creatividad al teatro, a la danza, a cualquier representación escénica. Nada mejor para comprender que el teatro y la escena es un trabajo de equipo que analizar uno de esos programas de mano.

En la realización de una representación teatral pueden intervenir muchas personas o muy pocas. Esto depende de varios factores. Si reducimos el hecho teatral a su esencia, basta con un actor en un espacio determinado y un público que lo contemple. Sin embargo, no es esto lo habitual, puesto que el teatro la mayoría de las veces es un hecho artístico muy complejo que pretende atraer el mayor número posible de personas, bien con fines económicos, cuando se trata de una empresa privada, o con fines culturales y de autosuficiencia económica, cuando se trata de un teatro institucional, como un teatro nacional, regional o municipal, mantenido con fondos públicos. La ventaja de esto último es la estabilidad que se logra, lo que permite también combinar obras modernas y atrevidas, de riesgo económico, con obras cuyo éxito está más o menos asegurado.

Si queremos conocer bien los oficios, es decir, las personas especializadas en diversas técnicas y artes que sirven al teatro, no hay nada mejor que analizar punto por punto un programa de mano de una función cualquiera del teatro profesional. Hemos elegido una sin especial intención, es decir, una obra representada por una compañía profesional, en este caso de carácter nacional, al amparo del Ministerio de Cultura.

Si estudiamos con atención la copia de este programa, veremos que en una página está registrada la actuación para una representación concreta, la de la obra “Realidad” de Tom Stoppard en el Teatro María Guerrero de Madrid. En la otra cara, encontramos a todos los trabajadores estables de ese centro Dramático Nacional, digamos que los trabajadores en la sombra, los que el público no ve casi nunca. Todo un grupo de personas, muy nutrido, que organiza, coordina, dirige, administra, ofrece servicios fijos de utilería, peluquería, sastrería, electricidad, etc. Los hay que se dedican a mantener el espacio teatral (escena y sala), los hay que se dedican a tareas administrativas, de organización y de representación institucional. Unas tienen tareas técnicas, otras organizativas y otras puramente escénicas, como el equipo de regiduría o el apuntador (que actualmente trabaja sólo en los ensayos).

Vamos a centrarnos en la primera parte del programa. En primer lugar encontramos el título que se ha dado en nuestro idioma a la obra dramática, subtitulada con el título original en inglés, y el nombre de su autor. A continuación viene lo que podríamos llamar el segundo autor: la palabra versión se refiere al que ha realizado una traducción de la obra para esta representación concreta y ha realizado una adaptación dramatúrgica para su puesta en escena en este país y en este momento.

La Dirección, en este caso, corresponde a la dirección de escena y se refiere a la persona que ha dirigido la representación desde su comienzo, ha coordinado todos los trabajos, ha preparado a los actores para sus papeles y ha marcado la línea estética e interpretativa. Hablaremos de su papel más adelante, pero por el momento podemos compararlo con un director de orquesta, que conoce perfectamente la partitura (en este caso el texto y la propuesta escénica que supone), que baraja posibilidades interpretativas, que marca los tiempos, que organiza y dirige a todo un equipo de músicos (en este caso a todo un equipo de artistas de diferentes ámbitos).

Reparto es la palabra con la que designamos a un grupo de actores que interpretan una determinada obra. Se expresa el nombre del personaje que cada uno interpreta para que el público pueda identificarlo en la representación. Se da en orden alfabético para evitar divismos e indicar que se trata de un grupo actoral, un equipo, y no una o dos estrellas acompañadas de actores menores.

Bajo el nombre “Equipo artístico” se especifican los artistas de diferentes ámbitos artísticos que han aportado su trabajo para la representación, así como algunos técnicos importantes. Así encontramos al diseñador de escenografía. La escenografía puede recibir el nombre -que ha pasado un poco de moda- de decorados, y técnicamente puede denominarse “arquitectura escénica”. Se refiere a la distribución de espacios que hay que realizar según el desarrollo de la obra, así como todos aquellos elementos arquitectónicos necesarios para significar el espacio ficticio donde la obra se desarrolla. Puede ser muy simple o muy compleja. En este caso era bastante compleja, trampillas incluidas. Los medios técnicos actuales permiten que un único escenario represente varios espacios, de modo que en algunos de ellos se puedan presentar cuestiones relativas a la interioridad del personaje, como recuerdos o sueños.

“Vestuario” se refiere a la persona que ha diseñado la línea estética del vestuario en escena. En otra parte se especifica la sastrería o realización de ese vestuario.

Se hace constar también la música y la sonorización del espacio escénico, porque en esta obra tenía una gran importancia, ya que el protagonista era un gran aficionado y conocedor de la música pop.

Se registra también la participación de unos “ayudantes”, personas que prestan su colaboración a determinados aspectos del trabajo, como el vestuario y la escenografía. Interesa destacar al llamado “Ayudante de dirección”, que tiene en cualquier montaje escénico la mayor importancia, pues sustituye en determinados ensayos al director y coordina todos los trabajos con el director, en definitiva, un apoyo y una mediación constante con los actores y otros artistas para la dirección de escena.

Todo este trabajo, naturalmente, en todo lo que se refiere a la organización de la representación, a la dirección de actores y a la línea estética y expresiva, está bajo la batuta figurada del director de escena, el eje central de todo trabajo teatral.