Cristina Olabide lleva casi toda su vida adulta tratando de sacar adelante sus dos negocios: una colección de prendas de abrigo de inspiración rústica y la casa rural que ha instalado en el torreón familiar en el que vive.Un buen día una importante promotora bilbaína decide construir un hotel con spa y campo de golf en el mismo pueblo, una idea de Bruno L. Elorza, dueño y director de la empresa. Se conocen y sin saber quiénes son no pueden contener la pasión que surge entre ellos. Sin embargo, unos ojos los acechan desde el bosque…
¿Qué puede suceder cuando una chica de buena familia, trabajadora, independiente y suspicaz se enfrenta con un hombre como Bruno Elorza, a quien nada le han regalado y ha conseguido todo lo que posee a fuerza de trabajo duro? Pues descubrir que nada es realmente lo que parece, porque ni Cristina Olabide lo tuvo fácil a pesar de la vida privilegiada de su familia, ni Bruno Elorza es el canalla déspota que parece ser.
Los ojos del bosque es la primera novela que leo de Lydia Leyte, ni siquiera quise leer una reseña para no hacerme una idea de lo que podía encontrarme. Lo empecé con curiosidad porque la sinopsis me atrajo y porque la portada me encantó la primera vez que le vi, pero sin expectativas, ni grandes ni pequeñas. Y debo decir que lo primero que me atrapó fue el estilo de la autora. Es pulcro, detallista, muy pulido y a la vez ágil, lo que hace la lectura muy amena.
Segundo punto a destacar son los personajes. Cristina es muy hermética, tal vez un poco rígida, pero según iba leyendo fui descubriendo a una protagonista atormentada por un pasado que la ha marcado. Frente a ella, tenemos a Bruno, un chico de barrio que ha alcanzado una posición más que envidiable, aun así no teme mancharse, sigue siendo el mismo chico de barrio travieso y zalamero; pero no se llega tan lejos sin don de liderazgo, Bruno es autoritario por naturaleza. Y es este rasgo de su carácter el que más choca con Cristina, acostumbrada a luchar sus propias batallas. Pero cuando un peligro se cierne sobre la comarca, y en concreto en torno a Cristina, Bruno decide tomar cartas en el asunto, a pesar del temperamento independiente de la joven.
Los protagonistas son muy diferentes pero a la vez se complementan, lo que hace que a lo largo de la novela haya muchos tira y afloja seguidos de reconciliaciones, pero sin grandes dramas entre ellos y es lo que me ha gustado. Discuten pero también dialogan. O mejor dicho, Cristina protesta, lucha por lo suyo y Bruno, en función de la situación, la camela o pone los puntos sobre las ies. Me ha gustado la pareja y sus pequeñas batallas.
El único punto que no me ha convencido del todo es… no sé cómo hablar del tema sin desvelar nada. En fin, hay un peligro rondando la Torre de los Olabides; podía entender sus motivaciones, pero a excepción de los momentos de peligro, apenas interactúa con los protagonistas, lo que le deja un poco al margen de la historia, cuando es el agente desestabilizador de la vida de Cristina y el que une, más si cabe, a la pareja. En ese aspecto he echado en falta ver actuar un poco más a esa persona, destacar un poco más el carácter sibilino y egocéntrico de esa persona entre la gente de la comarca.
Por lo demás, he disfrutado con Los ojos del bosque. He encontrado amor, pasión y peligros, una buena combinación para una novela romántica con tinte de suspense. Sin dudas leeré algo más de la autora porque me ha dejado muy buen sabor. Me pregunto si sabremos más en un futuro de un inspector motero ...