Los opositores que apuestan por las urnas

Publicado el 08 abril 2017 por Tomarlapalabra

Por REINALDO ESCOBAR

Original: 14yMedio

Agrupaciones como Candidatos por el Cambio y Otro 18 intentan entrar en la Asamblea Nacional por los resquicios que la ley les permite

El camino electoral suele ser la primera opción que tiene un político en cualquier parte del mundo para participar del poder, pero parece ser la más utópica en Cuba.

Sin embargo, en vísperas del inicio del proceso electoral que culminará con la formación de la novena legislatura de la Asamblea Nacional y la salida de Raúl Castro como presidente del país, diferentes agrupaciones opositoras apuestan por someterse al veredicto de las urnas.

La expectativa de competir como alternativa ante el electorado se animó tras el anuncio, realizado en febrero de 2015, de que se promulgaría una nueva Ley electoral. La idea de que la nueva legislación tendría que ser necesariamente más flexible estimuló a ese sector de la oposición cubana que no tiene en sus programas el plan de “derrocar la dictadura”.

En octubre de 2008 un pequeño núcleo de opositores del poblado de Punta Brava agrupados bajo la denominación de Partido Liberal de la República de Cuba lanzó la iniciativa de “aceptar el reto de participar en las elecciones para delegados de circunscripción”. En ese proyecto participó como asesor el politólogo Julio Aleaga quien, para dar ejemplo, se propuso en su circunscripción del capitalino barrio del Vedado. En aquella ocasión obtuvo un solo voto, el suyo.

Ahora Aleaga encabeza el proyecto Candidatos por el Cambio. En conversación con 14ymedio explica que desde 2014 como parte de un proceso de maduración se creó una secretaría ejecutiva que organiza todo el trabajo. “Hemos estado monitoreando las Asambleas de Rendición de Cuentas de los delegados de circunscripción donde ocurren diversas violaciones como no respetar el quórum, declarar que se ha realizado la Asamblea cuando esto no ocurrió y a un nivel más alto los informes de números de asambleas realizadas en el país que no se corresponde con la realidad”.

Además de esa labor, afirma que donde quiera que hay un representante de Candidatos por el Cambio, éste ha presentado los problemas de la comunidad en las asambleas con el propósito de ayudar a resolverlos.

Este proyecto promueve, además, la idea de favorecer que los afrodescendientes lleguen a los procesos políticos como decisores, que se conviertan en activos de la política y conjuntamente impulsar que las mujeres tengan una mayor participación en la vida política.

La ausencia de la anunciada nueva Ley Electoral ha recortado las expectativas para quienes esperaban ver una grieta en el monopartidismo de la vida política cubana. Al respecto, Aleaga afirma: “Evidentemente el Gobierno ‘se ha pasado con ficha’. Ante esa postura hemos decidido trabajar con las herramientas que tenemos para construir el cambio en lugar de esperar a que ese cambio se produzca para tener mejores herramientas”.

Otra iniciativa que se enfoca en el tema electoral es Otro 18 . Su trabajo se bifurca en tres direcciones, una es la búsqueda y preparación de candidatos para las próximas elecciones, otra es la constitución de lo que han dado en llamar Ciudadanos Observadores de Procesos Electorales (Ope) y, finalmente, la preparación de la ciudadanía para recepcionar el mensaje de esta plataforma.

Manuel Cuesta Morúa, un experimentado opositor de tendencia socialdemócrata, explica que en la tarea de buscar y preparar candidatos tienen una hoja de ruta y una guía de actitud para establecer pautas homogéneas. “En ese sentido –enfatiza– destacamos un requisito inquebrantable que es no recibir dinero para el proceso de postulación”. En cuanto a los observadores, se trata de una red que vigilará el proceso en todas sus etapas. “Exigimos como requisito para integrar los Ciudadanos Observadores que no sea candidato y que mantenga una absoluta neutralidad”, añade.

En su condición de miembro fundador de la Mesa de Unidad de Acción Democrática (Muad) Cuesta ha invitado a las organizaciones que allí se reúnen a que cada una asuma en sus actividades una “agenda otro18”, de manera que, con independencia de que cada una tiene sus propias plataformas y programas, lleven también esta iniciativa. “En los próximos meses –resalta Cuesta– las entidades implicadas en la Muad empezarán a aportar candidatos, observadores para la red y por supuesto, activistas para movilizar al electorado.

Sobre el tema de la prometida nueva Ley Electoral Manuel Cuesta da por hecho que ya no será la que rija el próximo proceso electoral. “Una señal bastante clara es que han colocado una aplicación para teléfonos móviles donde se explica el proceso electoral a través de la Ley 72 que tendría que haber sido derogada para dar paso a otra más flexible.

Quizás la pregunta más obvia que se le puede hacer a un político que cree en los procesos electorales es cuáles son sus esperanzas de ganar votos. Julio Aleaga afirma que ahora mismo tienen contabilizado un centenar de personas dispuestas a presentarse como candidatos en toda Cuba, más bien concentradas en Santiago de Cuba, La Habana,  Sancti Spíritus y Cienfuegos.

“Nos encantaría tener unos 300 ocupando la silla del servicio público, pero la realidad nos indica que eso es un sueño demasiado elevado. Nosotros estamos apostando por el ejercicio electoral, la ruptura de la desidia social con respecto a las elecciones. El verdadero resultado no debe medirse en el número de candidatos elegidos, sino en lograr la concientización de los ciudadanos de que las elecciones pueden ser un motor para el cambio”, sostiene.

Manuel Cuesta, por su parte, echa un vistazo a su agenda y explica: “Hasta el balance de principios de abril tenemos 83 personas que han mostrado su disposición a presentarse como candidatos, distribuidos principalmente en La Habana, Santiago de Cuba y Pinar del Río”.

Cuesta reconoce que es difícil hablar de números en la cuestión de pronosticar presumibles victorias, pero puede aventurar cómo podrían ser las proporciones.

“El primer paso es saltarse la dificultad de las asambleas de área, donde la votación es a mano alzada. De todos los que logren presentarse, sean 70 o 700, solo el 15% tendría oportunidad de pasar esta prueba y llegar a la boleta. Luego las Comisiones electorales del municipio presentarán sobre cada uno de ellos una biografía de tonos sombríos, como hicieron en el anterior proceso con dos candidatos, a quienes definieron claramente como elementos contrarrevolucionarios. De ese 15% que llegaría a pasar el escrutinio del voto secreto en las urnas, quizás un 4% saldría elegido como delegado. Con eso estaríamos más que satisfechos”.

Para cualquiera de estos proyectos lo principal parece ser abrir el juego de elecciones competitivas a nivel municipal. Se da por descontado que dichas elecciones no serán libres, ni plurales, ni justas, pero al menos intentan hacerlas competitivas. De hecho, hasta ahora el Gobierno se ha negado a la competencia, incluso entre ellos mismos.

Entre quienes sostienen la tendencia a derrocar al régimen, hay quienes acusan a estas iniciativas de “hacer el juego a la dictadura”. Lo cierto es que quienes mandan en Cuba no muestran ningún entusiasmo por que alguien les haga ningún tipo de juego y se está reprimiendo con mucha intensidad todo lo que están haciendo Candidatos por el Cambio, Otro 18 y otros proyectos que van por la misma línea.

Antes que concluya el presente año se sabrá qué sentido tuvo el esfuerzo realizado.