Al parecer es hoy cuando la Casa Real se decide, no antes de una fuerte presión y malestar ciudadano, por primera vez en 32 años, a publicar cómo reparte la asignación presupuestaria de 8,43 millones de euros que el Rey maneja a su modo y manera. Podrán verse en la página web de la Casa Real.
Ya muchos medios lo incluyen en su página web, como el diario Público.
La verdad parece una auténtica inocentada que después de varias décadas de absoluto secretismo en las cuentas de la real casa, se decidan a hacerlas públicas el día de los inocentes. ¿Por qué será?
Sin embargo no se nos olvide que lo que nos van a contar tan sólo es una parte pequeña de los presupuestos que la Casa Real "tiene asignados". Sólo los 8,43 millones que recibe de forma directa de los Presupuestos Generales del Estado.
Hay muchos más gastos que el otro día la Sexta TV publicaba. Otros gastos que procediendo, como es obvio, de los Presupuestos Generales del Estado, no están incluidos en la cantidad antes mencionada:
También, más información sobre los gastos de la Casa Real en este artículo del diario Público.
Mientras, asistimos, algunos de nosotros "alucinados", al pacto no escrito de ayuda mutua entre dos instituciones que se hayan en el peor momento de aprecio ciudadano: los políticos y la monarquía.
La ovación larguísima que ayer recibieron los Reyes en la inauguración de la nueva Legislatura es buena muestra de ello. Ovación casi exclusiva del bipartidismo de la Cámara porque, por cierto, algunos diputados de otras formaciones políticas se ausentaron y otros no participaron de esta algarabía ovacional. Se abstuvieron de semejante ovación IU, CV, PNV y Geroa Bai.
Y es que por mucho que aplaudan, por mucho que el Rey ande enredando diciendo que son los medios de comunicación que malinterpretan sus palabras, el caso Urdangarín planea encima de la Casa Real.
No sólo por el yernísimo, sino también porque la Infanta Cristina, en tanto que participa en algunas de las empresas sometidas a investigación judicial por fraudulentas, es parte de la estructura "supuestamente" malversadora del montaje Urdangarín.
Si esto fuera poco, la propia Casa Real ha admitido conocer las irregularidades desde hace unos años, de ahí que aconsejaran a los presuntos irse a vivir a Washington, una vez que el propio Rey pidiese a Cesar Alierta un puesto para su amado yerno.
Por mucho que aplaudan los muchos o pocos diputados, lo único que quieren saber muchos ciudadanos es que la justicia se aplica también para todos los miembros de la real casa. Ya veremos.
Ya hay una mala noticia y es que se retrasa el interrogatorio a Urdangarín a causa del juicio a Matas. Según acaba de publicar el diario El País: "El plazo está fijado por imperativo del calendario de trabajo de los fiscales anticorrupción. Entre el 9 y 31 de enero está señalado en la Audiencia de Palma el primer juicio del caso Palma Arena, contra el expresidente Matas por las supuestas ilegalidades en el pago de trabajos y subvenciones empresariales al redactor de sus discursos, Antonio Alemany".
Izquierda Unida ha solicitado en muchas ocasiones, junto con otras formaciones de izquierda, que mientras España siga siendo una "monarquía constitucional", muy a pesar de los que defendemos la República, reivindicamos la necesidad de una Ley de la Corona, además de la Ley de Transparencia, tan prometida por el gobierno socialista y abandonada, como tantas otras promesas, en el arcón de los proyectos olvidados.
Supongo lo que pasará ahora una vez que se sepa cómo se reparte esos 8,43 millones de euros. Correrá tinta en relación con la cantidad y si ésta es o no suficiente. Pero no es la cantidad, es la opacidad lo que es antidemocrático y lo más penoso es que ahora aflora esta "transparencia", no porque funcione adecuademente nuestra democracia, sino por la presión que ha supuesto para la monarquía el escándalo Urdangarín.
Alguna vez nuestra democracia crecerá y podremos exigir total transparencia y responsabilidad a la institución monárquica, mientras ésta exista.