La realidad también es que en Euskadi el PNV vuelve al poder después de casi 4 años y eso a pesar de haber perdido tres escaños respecto a los que tenía y que no le sirvieron para gobernar. En cuanto a Galicia, allí la realidad, después de ayer, dice así mismo que el PP aumenta, y por tanto refuerza, su mayoría absoluta y eso a pesar de haber obtenido menos votos que hace casi 3 años cuando desbancó del poder a PSOE y BNG.
La realidad también es que en Galicia y en Euskadi el PSOE se desploma perdiendo esperanzas por el oeste y realidades (de poder) en tierras vascas. La realidad por lo tanto, en este muy importante epígrafe, es que un Pachi, el Vázquez, ha sido incapaz de emular aún a duras penas a sus colegas Griñán y Fernández, y eso que sobre el papel lo tenía a güevo toda vez que desde lo de sus colegas recortilandia se ha hecho más grande y agreste. Y la realidad, también por tanto, es que el otro Patxi, el López, ha visto como los vascos no sólo le han quitado el coche que le dieron hace casi 4 años sino que además de quitarle el coche y las llaves le han mandado directamente al maletero.
-hay desafección hacia la política pero no tanta como podría parecer leyendo pancartas como esa que dice “nos están tocando los cojones por encima de nuestras posibilidades”. Que en realidad sea así no es discutible, pero la realidad también dice en el caso de Galicia no se castiga el obsesivo afán recortador sino más bien al contrario, lo que puede llevar a pensar en un estado de resignación a todas luces preocupante. Añádase a eso que a la par en Galicia y sin a la par en Euskadi, en las urnas, y no es cosa menor, se ha votado más país propio y menos país común, más nacionalismo y menos estado central.
-el PP y Rajoy reciben un aval y un cheque cuando todo parecía indicar que habría castigo y ajuste de cuentas. No ha sido así sino al contrario y aquí debe mirarse a donde gobernaban, es decir a Galicia. Feijóo no ha sido castigado, aún perdiendo votos, y el PP no sólo afianza sino que incrementa su poder que en este caso y visto lo visto es o será no poder sino poderío. O bien es que lo sucedido entre IVA’s, IRPF’s y demás ya no duele porque se metaboliza como inevitable, o bien ha surgido de pronto un inquietante brote de sadomasoquismo social, o si no, lo que sería peor y que ya se apuntó, la resignación se ha instalado cómodamente y coquetea sin miramientos con el “melapelismo”.
- por último el PSOE que sigue lanzado a ser precisamente el último y lo último. Que se siga ajustando cuentas sin piedad a esas siglas se antoja algo ya excesivo o recurrente con lo que habría que analizar otras cosas a partir de esa maravillosa frase, no escuchada por cierto, que dice “algo estaremos haciendo mal”. Rubalcaba vuelve a estar severamente tocado, y eso que estaba aún extremadamente convalenciente, y a su vera queda en delicada situación el que muchos vieron como relevo y otros como muñidor en la reserva. Que no haya habido decisiones contundentes ni siquiera torniquetes de urgencia para cortar de una vez la hemorragia al calor del hundimiento (de este hundimiento de ahora), es sin duda significativo y lleva a que se recuerden frases como la de no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy o engordar para morir, toda vez que en estas no parece servir aquella otra que reza de derrota en derrota hasta la victoria final. Que no pase nada se antoja demoledor por más que demoledor sea también el mismísimo qué hacer, cómo hacerlo y con quién o quiénes hacerlo. Y es que siendo para el PSOE muy preocupante lo sucedido ahora, mucho peor sería que se haya inoculado por completo, sin que se atisben antídotos, una frase que viene al pelo y que hoy acompaña el anuncio del nuevo libro de Javier Urra: “a veces lo que nos ocurre es que no sabemos lo que nos pasa”.
A cuidarse!!