Los pactos de los grandes y sus consecuencias

Publicado el 03 noviembre 2010 por Rgalmazan @RGAlmazan

No seré yo quien condene los pactos de los grandes partidos con los nacionalistas. En todo caso si algo está mal es la distribución de escaños injusta de nuestra ley electoral, es que los partidos menores de implantación nacional como es Izquierda Unida se vea perjudicada y a pesar de contar con casi un 3,8% de los votos del Estado, sólo se le asigna el 0,54% de los diputados. Y que por lo tanto le impide poder hacer pactos, por una cuestión matemática.

Lo que si es criticable y lamentable son ciertos pactos y ciertas conductas. No puedo olvidar el pacto en Euskadi, un tremendo caso de oportunismo partidista, donde los dos partidos grandes se alían, alejándose de una deseable oposición, y lo consiguen porque primero se han encargado de dejar fuera a los batasunos, ya que con ellos legalizados no hubieran llegado ni de coña a la mayoría en el parlamento y encima aducen una mejor convivencia al dejar fuera del gobierno al PNV (???).

Es conveniente recordarlo, hoy que se está poniendo todos los obstáculos a la legalización de los herederos de Batasuna, a pesar de que estos han anunciado su apuesta por las vías pacíficas, es necesario decir en voz alta que la legalización de los batasunos haría imposible un pacto de gobierno entre el PSE y el PP, porque no llegarían a la mayoría en el Parlamento vasco que es de 36 diputados. Y eso les duele. Se trata de un pacto antinacionalista, posible por la operación que ha permitido esa ley de partidos que raya en la ilegalidad.

Por lo tanto, menos lobos de que si es una regeneración política, un cambio muy necesario, etc., hay intereses claros de poder, En ninguna elección vasca, desde la primera democrática, la suma de los votos de PP y de PSE han dado la mayoría salvo cuando se ha dejado fuera a los batasunos. Eso sí que es un golpe al Estado, anteponer intereses partidistas y dejar fuera del juego democrático a más de 150.000 votantes vascos (por lo menos, unos diez escaños).

También quería hablar de otro pacto, el que tenían el PP y CC en Canarias, roto hace unos días por el Partido Popular al ver que Coalición Canaria apoyaba al gobierno Zapatero en las cortes generales. Y me parece bien, es una opción razonable. Si CC está con el PSOE, el PP tiene todo el derecho a salirse del pacto.

Hasta ahí normal, pero lo que no parece tan normal es que los presupuestos de la Comunidad Canaria, que fueron elaborados por las dos formaciones juntas, puesto que formaban gobierno, hoy, el PP se niegue a apoyarlos. O sea, se rompe el pacto y ya mis acuerdos anteriores no tienen valor, aunque sean mis propios presupuestos. ¡Tiene narices la cosa! Otro ejemplo de incoherencia más, y de que el PP antepone sus intereses partidistas de poder y le importa un bledo sus acuerdos, su programa y los ciudadanos.

Los pactos son lícitos pero siempre que no sean un reflejo de intereses propios y se formen para que funcione un gobierno que represente a la mayoría de los votantes, sean homogéneos y no recurran a subterfugios para eliminar contrincantes.

Ya está bien de criticar a los partidos nacionalistas solamente, cuando se produce un pacto. Es como si todo lo negativo de los pactos lo aportaran esos partidos (que tienen lo suyo). Y el PP y el PSOE tuvieran bula. ¡Basta ya!

Salud y República