Padres de una niña, ¡no se asusten! Seguramente ya saben lo caro que es tener una hija, pero ahora hay pruebas que lo constatan. Un estudio de la Asociación Brasileña de Educadores Financieros reveló que las hijas pueden ser hasta un 30% más costosas para los padres que los varones.
¿Cuál es la causa? El famoso “Efecto Cenicienta”, que lleva a los padres a gastar más en el cuidado del cabello, uñas, ropa, accesorios y artículos de belleza. Basta con entrar a cualquier tienda de ropa y ver la sección de mujeres, la cual seguramente es mucho mas grande que la de los hombres.
Actualmente podemos encontrar en el mercado muchas opciones de productos dirigidos al público femenino. Hay infinitas opciones para las niñas y no tantas para los niños. Además, entre los 9 y 12 años, las niñas ya empiezan a mostrar interés por su apariencia, algunas quieren utilizar maquillaje y otros productos de belleza como labiales, cremas, sombras, perfumes, incluso ponerse los zapatos de mamá.
También hay algo que se llama “Impuesto rosa”., es decir, que algunos juguetes dirigidos a las niñas son mas caros que los pensados para varones. Este impuesto invisible afecta a las mujeres en la edad adulta, un ejemplo son las afeitadoras, más costosas para las mujeres aunque sean iguales, lo mismo sucede con desodorantes, productos para el cabello, ropa, bolsos, etc.
Los padres tienen la obligación de educar a sus hijos, sin importar su género, para que sean consumidores críticos y sensatos. Asimismo, hay que fijarse en los problemas de imagen corporal; las normas sociales sobre la apariencia que se muestran en los medios de comunicación dirigidos al público infantil son estereotipados y poco realistas, lo cual es un riesgo para los niños, impulsándolos a desarrollar prácticas poco saludables para su bienestar.
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