
Moisés Pascual Pozas.Los papeles de J. C.Izana Editores. Madrid, 2018.
Con esa potente calidad de prosa comienza Los papeles de J.C., la última novela de Moisés Pascual Pozas, que culmina con ella una larga y reconocida trayectoria narrativa iniciada en 1980 con Los descendientes del musgo y consolidada con títulos como Las voces de Candama o Espejos de humo.
La más arriesgada también, pese a la raigambre cervantina de su trama compleja, articulada en torno a dos personajes que responden a las siglas J. C.: el difunto y marginal Julián Cameno y el depositario de sus cuadernos, el periodista Julio Carmona, empeñado en la ordenación de los escritos confusos y laberínticos del primer J. C. Unos papeles que permiten la reconstrucción de aquella vida ajena llena de lagunas que debe atravesar la fabulación, en una búsqueda del otro que acaba convirtiéndose como contrapunto en una autobiografía, en una búsqueda de sí mismo. Ambientada en medio de un páramo que tiene más de espacio narrativo y territorio metafórico que de paisaje real, delimitado entre Armenta, el límite pedregoso de los pueblos muertos y la Alhuma de sepulcros de Espejos de humo, quizá su mejor novela, en Los papeles de J. C. se cruzan la vida y la literatura, la realidad y la ficción, lo sucedido y lo imaginado para completar el viaje interior de dos autores en busca de su propia identidad problemática y de su propio personaje opaco. Con una estructura compleja de cajas chinas en la que se confunden deliberadamente las diversas voces narrativas, memoria e invención se conjugan en una arquitectura narrativa sobre la que descansa la vertebración de vidas y peripecias de esta novela exigente y brillante que publica Izana Editores con menos pulcritud de la que merece una obra de esta calidad.
Santos Domínguez