Una vez más llegó una jornada FIFA donde la selección española no tenía nada en juego y volvieron a surgir los eternos debates. La “conflictiva” lista de Del Bosque, los malos resultados en los partidos amistosos, los eternos viajes de los nuestros hacia el otro lado del charco… Pero, realmente, ¿cuándo debatimos nos paramos siquiera un momento a pensar en la naturaleza de estos compromisos? Creo recordar que cuando España solía ganar este tipo de partidos nadie se cuestionaba la naturaleza de los mismos e, incluso, mirábamos con cierta envidia a Brasil o Italia por tener tantas “novias” con las que jugar.
A continuación expongo los pros y los contras que creo que tienen estos partidos y cada uno que se arrime al lado que más le guste.
A favor de los partidos amistosos internacionales
- En primer lugar, siempre estaré contento de que a mediados de noviembre España tenga un partido amistoso porque ello quiere decir que ya estamos clasificados para la gran cita que se avecina. De lo contrario, significará que estamos jugándonos el pan en la repesca.
- Las selecciones se componen de jugadores de diversos equipos e incluso de muy diversas ligas. No está de más que se reúnan de tanto en tanto para realizar trabajo específico de automatismos para cuando lleguen los partidos clave. Un equipo entrena prácticamente a diario y las selecciones tienen los días limitados para conseguir cohesionarse como grupo.
- No hay que olvidar en una semana con tantos homenajes que este tipo de encuentros sirven a los jugadores para acumular internacionalidades.
- Los “bolos” que está realizando España sobre todo en Sudamérica hacen recabar a nuestra federación de futbol enormes cantidades de dinero que, empleado de una manera racional (si es así o no, ya no puedo saberlo), pueden ayudar a muchas federaciones territoriales a salir adelante.
- La selección española es un producto de moda y hay que rentabilizarlo.
- A los jugadores acostumbrados a vivir la tensión del día a día en sus clubes les viene de vicio escaparse una semana con su selección y convivir en un ambiente más distendido.
En contra de los partidos amistosos internacionales
- Siempre resulta un tanto inoportuno un parón liguero. Está claro que las selecciones deben disputar los partidos de clasificación para el Mundial o para sus torneos continentales, pero paralizar las ligas europeas por la disputa de partidos amistosos resulta un tanto molesto.
- La acumulación de partidos es un debate que está en auge y los partidos de selecciones no hacen más que agrandarlo. Los jugadores internacionales se ven obligados a realizar un enorme esfuerzo físico a lo largo de todo el año y ello resiente su estado físico y mental.
- Los actos publicitarios que se realizan en concentraciones de este tipo hacen que la selección parezca un mero producto que hay que saber vender.
- Mientras los partidos amistosos sean en lugares relativamente cercanos no hay problema. El principal hándicap es viajar hasta Honduras, Argentina, México o Costa Rica para disputar un partido con el cambio de horario y el agotamiento que ello conlleva.
- Los jugadores no disputan estos encuentros con intensidad.
Saludos,
Guillem Prera……. http://constelacionfutbol.blogspot.com/