El Piratpartiet, primer Partido Pirata sueco, fue fundado el 1 de enero de 2006 para luchar por los derechos fundamentales, la participación ciudadana y la transparencia. Los partidos piratas se iniciaron en 33 países, inspirados en la iniciativa de Suecia. En junio de 2007 los diferentes miembros de la internacional de partidos pirata se reunieron en Viena, capital de Austria, para discutir el futuro del movimiento. En el 2010, durante la conferencia del PPI en Bruselas, Bélgica, se fundó el Pirate Parties Internacional o PPInternational, la organización coordinadora del movimiento internacional de Partidos Pirata. Sus estatutos centraron su propósito en “ayudar a crear, apoyar, promover y mantener la comunicación y la cooperación entre partidos pirata de todo el mundo”. Su objetivo es dar a conocer, difundir y unificar el movimiento pirata mediante la coordinación, intercambio de información, y ayudar en la fundación de nuevos partidos pirata.
Por su parte, los partidos piratas españoles crearon una Confederación Pirata –presentes hasta hora en Catalunya, Galicia, Andalucía, Madrid, Extremadura y La Rioja– que presentará una candidatura conjunta a Estrasburgo bajo un programa paneuropeo. La candidatura European Pirates, de la que formará parte la confederación –sentando las bases para una Europa más democrática, social y ciudadana– acudirá a las elecciones con un programa común en todos los países. Un programa que se está redactando en colaboración con ciudadanos de todo el continente, gracias al uso de nuevas tecnologías e Internet. La confederación funciona de forma plenamente horizontal y son plenamente autónomos en todo aquello que no atente contra los Derechos Humanos, la transparencia o la participación ciudadana, base del ideario pirata.
En la actualidad, los partidos piratas están presente en 68 países, articulándose en Europa como European Pirates, agrupando a cerca de 100.000 personas y con representación en el Parlamento Europeo, cámaras estatales, regionales y ayuntamientos. La Confederaciónes “la unión de asambleas horizontales, con democracia de base y sin jerarquías que impongan o coarten la libertad de sus miembros, transparentes y que enarbolan la bandera de los Derechos Humanos” explica Ángel Vázquez, de Piratas de Extremadura, quien afirma que “somos ciudadanos organizados contra la partitocracia, la corrupción y los recortes en derechos sociales”. El movimiento crece y se afianza rápidamente en todo el territorio llegando a superar los 1.000 afiliados en Catalunya. Según afirma Kenneth Peiruza de Pirates de Catalunya, “estamos tejiendo redes para cambiar el sistema hacia uno más humano, transparente y totalmente participativo, donde el poder resida realmente en la ciudadanía. Queremos hacer de la Unión Europea la Europa de las personas, no la de los mercados”.
Bajo el nombre European Pirates, la candidatura paneuropea persigue revertir el déficit democrático, aprovechando las oportunidades de Internet, y promover la redacción de un nuevo tratado que sea aprobado en referéndum por todos los ciudadanos. Varias de sus propuestas se centran en el software, la cultura y el conocimiento libres. “Nos gusta Europa pero no la UE, la queremos democratizar totalmente –dice Darío Castañé, miembro de Pirates de Catalunya, el más veterano en España–. La tecnología facilita adoptar procesos de decisión participativa y colaborativa transparentes, que los piratas articulan ya a través del programa libre Liquid Feedback, que permite votar directamente o delegar el voto a través de una red de confianza y que ha sido usada por el Movimento 5 Stelle italiano”. Los piratas europeos ya cuentan con representación y experiencia en Estrasburgo gracias a los dos eurodiputados conseguidos por el Partido Pirata de Suecia en las elecciones de 2009 y que forman parte del grupo Verdes-ALE. Los alemanes fueron los segundos que triunfaron en las urnas, cuando consiguieron un 8,9% de los votos y 15 diputados en el Parlamento de Berlín, en 2011, seguidos, en 2012 por otros escaños regionales. Desde abril pasado, el Partido Pirata de Islandia, encabezado por la excolaboradora de Wikileaks Birgitta Jonsdottir, cuenta con tres representantes en el Althing.