Los peores árbitros de la historia del fútbol

Publicado el 27 octubre 2019 por Colgadosporelfutbol

¿Quienes son los peores árbitros de la historia del fútbol? Los colegiados o trencillas como también se les suele conocer, son esos señores que vestían antaño de negro y que pasan desapercibidos hasta que se lía una jugada polémica. Es entonces cuando cobran protagonismo y son odiados por unos y respetados por otros, pero nunca queridos. En la mayoría de países apenas son profesionales y tienen el fútbol como afición, si bien les sirve para ganarse “un dinerillo” extra que en muchos casos es mayor que su primer sueldo. En otros lugares como España, los árbitros ganan un buen salario.

Objeto normalmente de las críticas de presidentes, entrenadores y jugadores, su función es vital pues sin ellos nada sería igual. Por eso, hoy en Colgados por el Fútbol analizamos los que a nuestro juicio han sido los peores trencillas de la historia. Aviso para navegantes: habrá muchos que no estarán de acuerdo.

¿Quiénes son los peores árbitros de la historia del fútbol?

– Byron Moreno: su carrera está marcada por los escándalos, hasta el punto de haber estado encarcelado dos años por haber sido cogido con seis kilos de heroína en el interior de su cuerpo. Arbitralmente, este trencilla ecuatoriano fue el encargado de pitar el Corea-Italia del Mundial 2002 donde pitó un inexistente penalti a favor de los locales y donde además anuló dos goles legales a los transalpinos. El mundo al revés, por si fuera poco expulsó a Totti por simular una falta que sí lo era.

Byrom Moreno, uno de los peores árbitros de la historia. FOTO: As

A nivel local, en el 2002, Moreno fue suspendido por veinte partidos e investigado por las Autoridades de Fútbol Ecuatorianas y la FIFA, después de su actuación en el partido entre Liga Deportiva Universitaria de Quito y Barcelona Sporting Club de Guayaquíl donde cometió varios errores de bulto, entre ellos cuando no concedió un gol legítimo al Liga Deportiva Universitaria a pesar de que ya se había pitado el gol, o cuando en los minutos finales señaló 6 minutos de prolongación pero el partido fue alargado por 13 minutos.

– Tom Henning Ovrebo: es el árbitro del Chelsea-Barcelona. Es difícil equivocarse tanto y siempre para el mismo lado. Pues bien, este colegiado noruego lo hizo. Cinco penaltis claros se comió a favor de los ingleses en una eliminatoria donde Iniesta daría el pase a la final a los catalanes en el tiempo de descuento. Un Italia-Rumanía o un Bayern-Fiorentina también figuran en los partidos donde este nórdico no tuvo su mejor día. Recibió no pocas amenazas de muerte.

Cinco penaltis no señalados se comió el colegiado noruego ante el Chelsea de Mourinho. FOTO: As

– Gamal Mahmoud Ahmed Al-Ghandour: este colegiado egipcio sin apenas presencia internacional tuvo una papeleta bien difícil en los cuartos de final del Mundial 2002 entre España y Corea del Sur. Casero como pocos, anuló un gol de cabeza a Rubén Baraja por motivos que aún se desconocen y otro a Morientes por pensar que la pelota había rebasado la línea de fondo, sin bien aquí contó con la complacidad del línea.

– José Luis Prados García: además de no ser un árbitro especialmente ducho en acertar en las áreas era un comediante de primer nivel, un farsante en toda regla. Simuló una agresión del guardameta Ceballos durante un encuentro de la Liga 99/2000 que le costó al portero racinguista 12 partidos de sanción por no hacer nada. Pero ahí más. En su primer partido, expulsó a dos jugadores del Racing (equipo con el que tuvo una curiosa relación) y a los 17 años expulsó dos veces a su hermano.

Su gran sentido del humor era tal, que algunos titulares reflejaban en la época como era su carácter a través de uno de sus idolos: para muestra el del Mundo Deportivo en 1997: “Pitará Chiquito de la Calzada en Riazor”. Tenía muchos problemas con los fueras de juego.

– Edgardo Codesal Méndez: el colegiado que hundió la final del Mundial de 1990 al señalar un penalti inexistente de los argentinos. El propio autor del gol, el alemán Andreas Brehme señaló que era inexistente en una corraboración de un gran fallo del trencilla mexicano.

– Sándor Puhl: los Mundiales nos dejan momentos únicos y este colegiado húngaro nos regaló uno tremendo: el codazo de Tassotti a Luis Enrique que quedó totalmente impune a pesar de que el asturiano sangraba abundantemente sangre a través de su tabique nasal completamente roto. De nada, valieron las protestas…el regalo fue pitar la final de aquel Mundial.

De nada valieron las protestas, Puhl lo tenía muy claro. No había pasado nada.

– Charles Corver: fue participe del famoso “crimen del siglo” en el Alemania-Francia del Mundial 82 al no apreciar nada punible en la brutal agresión del arquero alemán Harald Schumacher sobre el francés Patrik Battiston, que quedó varios minutos inconsciente dentro del área germana y además perdió dos de sus dientes. La acción además tuvo al galo nueve meses alejado de los terrenos de juego

Ali Bennaceur: este tunecino no vio nada en la famosa jugada de la mano de Maradona ante los ingleses. Mala ubicación, dificultad de la jugada, el caso es que esta polémica acción se le recordará siempre.

Ken Aston: el hombre que inventó las tarjetas amarillas y rojas tuvo antes un discurrir polémico por los campos de fútbol. Fue el colegiado de la famosa Batalla de Santiago donde permitió juego no duro, sino violento con numerosas lesiones y fue participe también de un Inglaterra-Argentina en 1966 que no dejó indiferente a nadie.

Por supuesto, existen muchos más como Bussaca, Gottfried Dienst y otros tantos más…si te acuerdas de alguno, háznoslo saber en la sección de comentarios de la página.