Los peores gestores en el peor momento

Publicado el 24 julio 2013 por Torrens

A veces me pregunto cómo es posible que cualquier país pueda soportar el tipo de gestores públicos de que disfrutamos los españoles, aunque sea por nuestra culpa por haberlos votado y porque a menos que ocurra algo muy gordo va a ser difícil escapar al control de la Oligarquía que lleva siglos ordeñando a este país y a su ciudadanía.

Los últimos tres presidentes han sido desastres de tal magnitud que por un lado hace bastante comprensible la actual crisis de casi todo en España, y por otro causa extrañeza el que teniendo en cuenta lo desastrosamente mal que lo han hecho los tres, no estemos todavía peor.

Empezaré por Dn. José Mª Aznar. En apariencia sus dos legislaturas fueron un camino de rosas y según el mismo presidente, España iba bien. Pero en realidad ya se estaba cociendo el desastre. El gobierno Aznar impulsó y consiguió aprobar dos leyes que son probablemente las que más daño han hecho al país desde la muerte del dictador. Me refiero a la Ley del Suelo de 1998, gran mecanismo hinchador de la burbuja inmobiliaria, y a la Ley 54/1997 de 27 de noviembre del Sector Eléctrico, que una institución que de estupidez sabe mucho como es la Unión Europea creo que debería conceder un premio especial a la Ley más estúpida de Europa, para la mencionada Ley del Sector Eléctrico. Fijaros sino: La justificación de la Ley es doble, por un lado compensar a las compañías eléctricas por el fin del oligopolio centenario con el que habían estado explotando las necesidades energéticas de los españoles, con la mínima inversión y la máxima tarifa posible. Compensación que, todo y que no existía obligación alguna legal y mucho menos moral para concederla fue de nada menos que 12.000 millones de euros que todavía estamos pagando y pagaremos durante muchos años. La segunda justificación era establecer el sistema tarifario aplicable al supuesto nuevo mercado libre. No lo explicaré porque no lo entiendo demasiado bien, y creo que pocos lo entienden porque es de una gran y planificada complejidad y complicación, planificada precisamente para que pocos entiendan el asunto y las eléctricas puedan justificarlo casi todo. Precisamente una de las características de los mercados libres y competitivos es la claridad de precios y condiciones, pero en España las cosas van al revés, y además esta es una de las demostraciones de que encima de regalarles a las eléctricas lo que pedían y más, el oligopolio continuó, afectando sobre todo a productores privados de energía eléctrica, sea mediante mini centrales eléctricas o para uso propio, que soportan las peores condiciones del continente (que ahora el Sr. Rajoy quiere empeorar más todavía), y mientras en España la producción privada de electricidad a duras penas sobrepasa el 1%, en países como Italia o Francia, donde el usuario que produce su propia electricidad no tiene que pagar un canon a la compañía eléctrica y además le vende la energía sobrante a precios remuneradores, el sector supone más del 25 % de la producción de energía eléctrica.  Para completar el desastre, desde la aprobación de la Ley se ha iniciado un proceso que claramente tiene por objeto acabar con el desarrollo de las energías renovables, exactamente al revés de lo que hacen los países serios. Conclusión: a pesar de que el usuario español soporta uno de los peores servicios de suministro de energía eléctrica, todavía con cortes de suministro, y a uno de los niveles de precio más altos de continente, encima les debemos algo así como 26.000 millones de Euros a las eléctricas, y las condiciones para la producción privada de electricidad en base a las renovables la hacen cada vez más antieconómica. ¿Alguien lo entiende?, quizás lo entiende el Sr. Aznar que parió el invento, que de estúpido no tiene nada, porque después de este inmenso regalo a largo plazo y a nuestra costa a las eléctricas, estas le compensaron aportando capital y financiando medios de comunicación existentes y de nueva creación de la caverna mediática, incondicional del Sr. Aznar. La guinda del pastel del presidente Aznar sería habernos metido en primera fila de una guerra ilegal, y el envoltorio su reacción al 11-M cuando presionó de tal manera a toda la prensa para que acusaran a ETA que incluso provocó una queja formal de la asociación de prensa extranjera de Madrid. Me he extendido mucho más de lo que quería con José Mª Aznar, pero creo que la siguiente pregunta lo justifica: ¿De verdad alguien cree que este señor será el salvador de la patria?.

De Zapatero y Rajoy se puede decir que son de estilos muy distintos pero de parecidos resultados catastróficos. Ambos tienen su ministra/o cataclismo, Elena Salgado con Zapatero y Wert con Rajoy. Ambos aplican sin chistar las órdenes de la Catastroika, que además aplican mal porque las concentran en recortes a servicios esenciales a la ciudadanía y se han limitado a lo mínimo en temas básicos y estructurales, que debían ser los primeros, como reforma de la Administración y lucha contra la corrupción. A pesar de ello ambos reciben felicitaciones de la Catastroika por actuar de esa manera. Zapatero veía prados verdes sin que aparentemente estuviese en pleno delirium tremens, y Rajoy anuncia oficialmente que la crisis se ha acabado porque estamos ya en el fondo del pozo y anuncia una recuperación que, tal como ha ocurrido en Japón, no se va a producir hasta que concluya el estado catatónico de estupidez profunda de la U.E.. La combinación Zapatero, Rajoy y Catastroika, nos ha llevado de una tasa de paro alrededor del 15% en el año 2008, primero a los cuatro millones de parados y una tasa del 20% en enero del 2010 cuando se produce la quiebra de Grecia, se inicia la crisis de la deuda, y el nivel de estupidez de la U.E. llega a su nivel máximo actual , y ahora estamos cerca del 28% de tasa de paro, mientras nuestra deuda pública ha pasado de un escaso 50% del PIB en el 2008 al 62,5 en el 2010, y está ahora rallando el 100%, pero aquí no se mueve nadie, a nadie se le ocurre más que aparentar que se hace algo con la reforma de la Administración,  ni nadie manda a la Catastroika a paseo, a pesar de que ya está absolutamente claro que sus políticas llevan directamente al desastre, del que ya estamos muy cerca.

Pero animaros, nuestro país es inmensamente rico porque ha sido capaz de soportar todo eso sin desaparecer del mapa, cuando además, y con la loable intención de que llegásemos cuanto antes al fondo del pozo, todos los partidos políticos nos han chupado la sangre para mandarla a Suiza, y los que no lo han hecho es porque no han podido, y por supuesto que todos ellos saben lo que debe hacerse para que dispongamos de medios para luchar contra la corrupción, pero ni uno solo de ellos tiene el mal gusto de hablar del asunto.