Leonardo Da Vinci dijo en sus día: "Quien no aprecia los placeres de la vida, no los merece"
Aprécialos, están ahí, más cerca de lo que crees. Veamos unos retazos: Aquel abrazo sentido de tu hijo, antes de acostarse, percibiendo todo el amor que hay en aquella unión mágica. El guiño de amor secreto, entre versos escondidos y promesas de ilusión. El beso fugaz, de puntillas, ante el portal de un "hasta luego" temido y la esperanza de un mañana prometedor. Aquel bombón que saboreaste como el triunfo del día o aquella rosa que te regaló un admirador secreto, vestida de latidos de impaciencia y locura. Una puesta de sol impresionante, la risa de tu pequeño retoño, un embarazo deseado, un película al cobijo de una brazos protectores y una manta confortable. El libro que te dejó con la boca abierta, aquella canción que te hacía llorar de alegría, aquel baile que pasó a la historia por conocer al amor de tu vida. Pero hay muchos placeres más. ¿no crees? Y ahora te toca a ti ¿Tienes algún tesoro más escondido? ¿Recuerdas algún placer vivido?Todo, si se siente y se busca, se puede convertir en una fiesta para los sentidos, en un festín de COLORES Y SONRISAS, en el que tu alma brincará de ilusión y tu corazón no dejará de latir de emoción. Matices infinitos, aleteos imperceptibles de guiños y caricias. Todo es un mundo enterrado en nuestros sentimientos, todo es mágico si se quiere ver así, si se quiere disfrutar y llevar esa medida a la grandeza.Porque si las cosas malas de la vida vienen sin ser llamadas, lo único que nos queda es buscar y saborear, con todas nuestras fuerzas, esos pequeños placeres, esas estrellas que encontramos en el camino y que nos alegran la existencia. Piensa y verás. Cuando te des cuenta, incluso un día de lluvia te parecerá hermosos y te invitará a cantar. ¿Qué no? Haz la prueba.Vive la vida, aunque el camino sea duro, pues tiene mucho que ofrecer, muchos caminos por explorar y detalles que guardar en el corazón. ¡Nunca dejes de sonreír, mientras caminas!Dedicado a todos los padres y madres que ven en la sonrisa de su hijo un mundo irrepetible e inigualable.