a) El desempleo desciende porque muchos han abandonado la búsqueda de trabajo, han tirado la toalla tras años de frustración y ya no constan en los datos oficiales.
b) Desciende también porque otros muchos han ido cumpliendo una edad en la que ya es seguro que nadie los volverá a contratar, por lo tanto dejan de figurar en los datos oficiales.
c) Baja el paro porque centenares de millares han emigrado al extranjero y por tanto ya no acuden al INEM, de hecho causan baja de todo lo institucionalmente español, con lo que tampoco éstos están en los datos del desempleo.
d) Debemos contabilizar como bajas en las listas del paro a aquellos parados de larga duración que han muerto (bastantes suicidados), por lo que, obviamente, tampoco cuentan.
e) A lo anterior debemos sumar otra gran porción de la población que ha optado por la economía sumergida como modo de sobrevivir, es decir, el trabajo en B, y por tanto no tiene el menor interés en aparecer en ningún sitio oficial, mucho menos en los datos del desempleo.
f) Y por último, el número de desempleados desciende también porque cerca de un millón de inmigrantes, que llegaron al calor del boom inmobiliario hace algunos años, ha regresado a sus lugares de origen o se ha ido a otras partes de Europa, con lo que tampoco éstos aparecen ya en las listas de parados del INEM.
Estos pilares de la recuperación laboral constituyen llanamente un simple exterminio de la población potencialmente activa en nuestro país y es el modo más estúpido y cruel de acabar con un problema como el paro, un verdadero drama, sea oficialmente reconocido o no. Si un gobierno va sacando de las listas a todos aquellos que no cumplen unos requisitos que se les exigen para estar en ellas, lógicamente no aparecerán en dichos datos, pero eso no hace que su situación de desempleo desaparezca también. Si este es el plan para acabar con el desempleo realmente vivimos en un país de ciudadanos idiotas que permiten a un gobierno solucionar un problema simplemente con dejar de nombrarlo.