Olé
Muchos pibes, pocos titulares y mucho futuro. Eso es lo que define a la perfección la excursión de Boca por Santa Fe para ganarle a Unión que lo terminó subiendo a la punta del campeonato tras la victoria por 2 a 1. La desfachatez de Paredes, el buen partido de Albín y el olfato goleador de Blandi fueron las claves para un equipo de Falcioni que erró mucho pero que mereció llevarse los tres puntos…
Sin dudas, de todos los chicos a los que Falcioni les dio minutos -reservando titulares para la revancha ante Independiente por la Sudamericana- el que mejor aprovechó su posibilidad fue Leandro Paredes. El chico que fue el nombre de la semana por ser el que usará la 10 que Riquelme dejó en la Copa fue el amo y señor de la tarde en el estadio tatengue.
El talento que brota de sus pies, está empezando a encontrar la continuidad que necesita para sobresalir durante un lapso más prolongado de tiempo y ganar cuerpos en la lucha de ocupar el lugar dejado por Román. Con las intermitencias del Pochi Chávez, Paredes hoy le dio fluídez a un ataque que de no ser por su ineficacia debió haber llevado a Boca un par de goles arriba de Unión al entretiempo.
¿Pero por qué ilusiona tanto la aparición de Leandro Paredes? Porque en la mediocridad que reina en un fútbol que cada vez se acostumbra más a jugar para sumar y no a jugar bien para llegar a una meta, su talento es claramente un alivio a esa vista tan golpeada del hincha. Esta tarde tuvo un gran primer tiempo y creó el segundo gol sobre la hora. ¿Algo más para pedir? No, hay que disfrutarlo paso a paso…