¿Cómo estará el panorama del mercado automóvil y de España dentro de 10 años? ¿Qué lugar ocuparán los coches eléctricos en el día a día de los españoles y europeos? ¿Cómo y porque lo digital revolucionará el sector de los transportes? ¿Cuál será el precio de los carburantes fósiles?
Tantas preguntas difíciles de contestar con certeza. Lo que está seguro sin embargo, es que los pioneros de los eléctricos podrán estar orgullosos de haber abierto la vía a una nueva era de la movilidad individual: la movilidad sin emisiones.
¿Qué lugar ocupará el coche eléctrico en 10 años?
Antes de arriesgarse a pronósticos poco fiables acerca de la parte ocuparán los vehículos eléctricos hacia 2025 tanto en España, como Francia, Alemania, Japón o los Estados Unidos, empecemos por recordar lo que sabemos por seguro respecto al devenir de los automóviles de petróleo en los próximos decenios: en los medios urbanos densos, su presencia será cada vez más escasa por todas las razones de salud y contaminación ambiental obvias. Solamente los vehículos híbridos o eléctricos acabarán a la larga por estar autorizados en el corazón de las grandes aglomeraciones, reduciendo así la parte de emisiones contaminantes de la circulación automóvil.
Tecnologicamente hablando, la otra certeza es la obsolescencia casi-programada de los motores térmicos no híbridos. Aunque hasta los coches híbridos resultan difícil de proponer de entrada, llegará un día en el que todos se darán cuenta de la aberración que constituye el hecho de circular con un motor a explosión por un medio urbano a menos de 50km/h… Será entonces cuando el motor 100% térmico pasará a ser una pieza de museo para la historia universal industrial del siglo XX.
Acelerar la toma de consciencia
Antes de hablar del motor a explosión conjugando las frases al pasado, hay que acelerar la toma de consciencia y las mutaciones actuales. Especialmente acerca de potentes frenos culturales y financieros continúan produciendo un efecto contrario al desarrollo de transportes limpios. Razón por la cual los pioneros de coches eléctricos suelen pasar bastante tiempo explicando las virtudes de los eléctricos en general.
Estar preparado para cuando llegue el momento
Desde hace algunos años, los españoles han ido tomando consciencia de la necesidad de hacer evolucionar sus comportamientos con el fin de reducir su impacto en su modo de vida sobre el medio ambiente. El automóvil se suele mencionar mucho entre los tópicos problemáticos. Pero nos vemos forzados a constatar que en las afueras de las grandes ciudades, la proporción del uso de automóvil y la evolución de los usuarios siguen tendencias menos marcadas que lo que algunos quisieran. En zonas rurales notablemente, el automóvil representa un medio de libertad, indispensable en el día a día. Un objeto del cual no se deberían poner penalizaciones de contaminación en el momento de establecerlas, teniendo en cuenta las circunstancias.
Desde este punto de vista, el vehículo eléctrico se presenta en auténtica alternativa al automóvil de petróleo: fácil acceso a infraestructuras de recarga (enchufes de 220v-16A o “wallbox” dedicada), autonomía energética parcial gracias a energías locales y renovables, etc…
Para circular a 90 km/h máximo en pequeñas carreteras rurales o nacionales, es incluso el vehículo ideal.
Los lobbys y los medios de comunicación pueden rivalizar en esfuerzos para hacer creer a los ciudadanos que los coches eléctricos que ofrecen 150 km de autonomía real en 2014 no estarán listos antes de unos cuantos años. Y la realidad no es así.
Para aumentar significativamente la autonomía de un vehículo eléctrico evitando aumentar su precio y proporciones, la solución a medio plazo se llama alargadores de autonomía. También existen baterías de mayor tamaño que ofrecen más capacidad.
Lo que debe evolucionar en los próximos años, para que estos coches eléctricos resulten más accesibles al gran público en general, es el precio de las baterías. Y Tesla Motors lo ha entendido perfectamente. Es precisamente la razón por la cual cobra sentido el ambicioso proyecto de giga factoría de 5 miles de millones de dólares.
En 5 años, entre un coche urbano eléctrico del 2014 a 20 000€ y otro 100% petróleo de segmento Premium al mismo precio, la primera será la opción preferible para circular en ciudad. Inevitablemente… Y por ello un hurra al futuro.
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