Autora: Grace Burrowes
Género: Romántico
Editorial: Esencia
Páginas: 394
Precio: 18€
Nota: Segunda parte de la saga 'Los planes del duque: El heredero'.
Sinopsis:
Atormentado por las pesadillas de la guerra, Devlin St. Just, conde de Rosecroft, huye a su mansión de Yorkshire en busca de sosiego. Allí conoce a la pequeña Winnie y a su prima, Emmaline Farnum, quien está a cargo de la niña.
Emmie es hija bastarda de un noble, y se ha jurado a sí misma que jamás cometerá el mismo error que su madre. Por eso, cuando Devlin le propone formar juntos un hogar para Winnie, ella se muestra muy reticente. Y a pesar de que las decisiones que tomó en el pasado la obligarán a apartarse de su lado, Emmie se siente cada día más atraída por los besos del coronel. ¿Será capaz de resistirse a su encanto?
Opinión de MJ:
Tras haber leído el primer libro de la saga (El heredero) y gustarme, decidí seguir con la saga, entre otras cosas porque como ya comenté en el anterior libro, ahí se presentaban a dos personajes que me gustaban más que el protagonista. Uno de ellos es el que protagoniza este libro, el hermano ilegítimo soldado. El músico será el protagonista del siguiente.
Para ser sincera debo decir que esperaba algo más de esta lectura por Devlin St. Just. Este soldado tiene una mayor profundidad si lo comparamos con el protagonista del anterior libro, y la autora no ha sabido sacarle todo el jugo que tenía; de ahí que en parte me haya decepcionado un poco.
St Just es el hijo ilegítimo de un hombre con título, poder y dinero que se metió en el ejército para poder hacer carrera. Estuvo en diferentes guerras, se curtió, creció, maduró y también quedó muy tocado por las barbaridades que allí vió y tuvo que llevar a cabo. Es un hombre atormentado al que además habría que sumar el hecho de que cree que su madre biológica le abandonó a la primera de cambio.
Después de la guerra y de ayudar a su hermano con la que ahora es su esposa, St Just recibe unas tierras para asentarse y hacer su vida. El problema es que con las tierras y la casa también se incluye a una pequeña que se niega a irse de allí porque tiene a esa casa como suya.
La relación entre esta niña y St Just es lo mejor del libro, con diferencia. Gran parte de la primera mitad del libro es muy divertida gracias a los tiras y afloja de ambos, y no a esa relación adulta entre St Just y la niñera de la niña. De verdad, la pequeña salvaje da guerra y St Just en ocasiones ya no sabe qué hacer para educarla y convertirla en toda una dama. Si este pequeño personaje es así de pequeña, mejor no pienso en cómo sería de mayor. ¡Pobre St Just!
Para que todo el mundo se pueda hacer una idea de cómo se llevan y cómo es ella, os pongo una frase muy buena que dice Val (hermano músico de St Just) sobre la renacuaja:
"Menudo genio de la lógica y qué determinación tan diabólica."
Pero claro, el libro es romántico, no cómico, así que entre risa y risa nos presentan a la que será la niñera (y familia de la pequeña), justamente la que caerá en las redes de St Just y viceversa. En un principio ya digo que la relación entre ambos no llama mucho, que no avanza demasiado, pero poco a poco apartan a la niña de la trama y se centran en la relación. Este punto no me ha gustado mucho. Sinceramente espero que las autoras de romántica puedan escribir algún día un libro de este tipo sin sacrificar personajes importantes, incluso a veces, la trama.
Una vez la niña ya no aparece tanto, los adultos comienzan sus andaduras. Al igual que en el anterior libro ella tiene secretos que se empeña en no sacar a la luz, lo cual trabajará en detrimento de la relación, pero St Just no se dejará vencer por nada del mundo.
Esta chica se llama Emmie y me gusta. Es independiente, trabajadora, no deja que la intimiden y lucha por lo que quiere. En cambio mi querido y amado St Just no está del todo 'en forma', o al menos para mí. Ya he dicho que está tocado y demás, que es un personaje que tiene más transfondo, pero en la novela la autora solo te muestra pinceladas de ello, no ahonda.
Me parece estupendo que los hombres no sean esos bárbaros que antiguamente eran, pero si me pones que es musculado, soldado, valiente, arrogante, cabezota y no sé qué más, no me lo cambies por un corderito con mirada temblorosa en cuanto aparezca una chica que le guste. Si ha sido un mujeriego y mil cosas más, ponlo, que se equivoque, que meta la pata, da igual; es más, enriquecerá la historia porque la complicará y así tendremos un personaje que evolucionará una barbaridad.
Esta saga peca de dos cosas. Una sería de mostrarnos a unos hombres que parecen una cosa pero que luego son unos sensibles de cuidado, con un corazón blandito... Demasiado buenos; y la otra de que sigue exactamente el mismo esquema. Esto irremediablemente hace que si el lector ya ha leído algún libro anterior, sepa exactamente qué pasará, no habrá sorpresas. Pero vamos, esto por lo que tengo entendido no es algo negativo en sí, ya que las sagas románticas son todas así... A quienes les guste leer romántica supongo que este pequeño detalle les dará exactamente igual.
Aún con todo lo dicho, el libro se lee muy bien. La autora escribe con un lenguaje sencillo y directo para no aburrir al lector. La relación entre los protagonistas es muy bonita y tierna, teniendo la diversión en la relación St Just - niña, momentos tiernos del chico con su familia, y las pertinentes escenas de sexo salpicando diferentes partes del libro.
'Los planes del duque: El soldado' es una novela romántica que gustará a todas aquellas lectoras de este tipo de novelas porque tiene todos los elementos necesarios para hacerlas suspirar; para el resto que leemos este género de vez en cuando nos entretiene lo suficiente como para terminar con un buen sabor de boca, pero al mismo tiempo cierto sabor amargo porque parecía que habría algo más que luego no hay.
Puntuación