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Los políticos son uno de los más grandes males de este mundo

Publicado el 27 octubre 2019 por Noticias Frescas Online @1NoticiasOnline
Los políticos son uno de los más grandes males de este mundo
En algún momento de la historia de la humanidad, las personas decidieron que, para tomar las decisiones más importantes en torno a las necesidades particulares de una comunidad, era necesaria la escogencia de algunos dignatarios o representantes que fueran voceros y garantes del cumplimiento de esas decisiones, ya que era prácticamente imposible poner de acuerdo a un enorme grupo de personas al mismo tiempo, para tomar alguna decisión trascendental.

Debido a este razonamiento que se llevó a cabo desde la aparición de las primeras ciudades, hace aproximadamente 9 mil años, según los registros históricos conocidos, surgió aquello que desde siempre hemos conocido como política, y de esta última se desprendieron los políticos, que no son nada más que los representantes nombrados por el pueblo para hacer valer justamente el sentir y el pensar de ese pueblo que los ha elegido y que, ante su incapacidad de encontrar un consenso, un punto en común, eligen a un pequeño grupo de representantes que, en teoría, deben velar por el cumplimiento de la voluntad y la voz del pueblo a la que se le conoce comúnmente como “la voz de Dios”.
Hasta aquí todo está muy bien y, teóricamente, esta escogencia de personas no debería representar mayores inconvenientes en lo relacionado con el hacer valer los derechos del pueblo. El gran problema frente a esto, es que los políticos descubrieron desde el momento mismo de su aparición en el panorama terrestre que, a diferencia del pueblo que los había elegido, ellos tenían acceso a un poder y a unos recursos a los que las personas del común no pueden acceder por ninguna forma y medios.
Con esto en mente, los políticos descubrieron que amasar poder y fortuna bajo la mentira de interesarse por el bienestar del pueblo, era algo equivalente a quitarle un caramelo de las manos a un pequeño niño.
En todas partes del mundo, en cada rincón de este planeta, los políticos han sido desde siempre el azote de los pueblos a los cuales juran obedecer, servir y respetar.
Casi ningún político se escapa de traicionar a aquellos que los han elegido, porque simplemente, todos y cada uno de ellos están contaminados con la avaricia, con el deseo de poseer y atesorar riquezas que les concedan beneficios y privilegios a los que normalmente las personas no tienen manera alguna de poder acceder.

Se comportan como nuestros jefes
Curiosamente los políticos, que no son nada más que empleados pagados con los impuestos del pueblo que los elige y que, por tal motivo, deberían comportarse como empleados y rendir cuentas de sus actuaciones de forma permanente, se comportan justamente como todo lo contrario, como jefes del pueblo, al cual oprimen y asfixian constantemente con más impuestos, más leyes, más decretos, y más exigencias que les permiten a ellos disfrutar de los dineros del pueblo, mientras que el pueblo en su conjunto, por lo general, se hunde cada vez más en la miseria.
Los políticos son uno de los más grandes males de este mundo
Cada político tiene la oportunidad de pasar a la historia como un verdadero prócer, como alguien que llevó bienestar y riqueza a sus gobernados. Sin embargo, la inmensa mayoría de ellos, opta siempre por pasar a la historia como los grandes verdugos de sus pueblos, a los cuales dejan sumidos siempre en un poco más de pobreza y de desigualdad.
Lastimosamente en ese ejercicio de atornillarse en el poder y del que son amantes todos los políticos de todos los rincones del mundo, estas personas sencillamente olvidan el verdadero propósito para el cual fueron escogidos, y no solamente eso, sino que además olvidan que ni todo el dinero de este mundo que logren acumular, podrá comprarles un solo segundo más de vida cuando llegue el momento en que tengan que morir.
Como dice el adagio popular: “no existen entierros con trasteo” o, en otras palabras, nada de lo que atesoramos o acumulamos en esta vida, se irá con ninguno de nosotros cuando se acabe nuestro tiempo de permanencia en este mundo.
Pero hay algo aún peor
Sumado a todo lo anterior, hay algo que convierte a los políticos en personas aún mucho peores de lo que generalmente son, y es que teniendo ellos la posibilidad de llevar bienestar y riqueza al pueblo que juran servir, desvían ese bienestar y esa riqueza tan solo para ellos mismos, sus familias, y sus amigos o personas más allegadas. Al pueblo simplemente le conceden una muy pequeña parte de lo que por ley le pertenece.
Basta tan solo con mirar las cifras que se comparten a nivel mundial, y se podrá ver con claridad que, una minoría de personas poseen casi todas las riquezas existentes en este mundo, mientras que una inmensa mayoría de seres humanos, viven en precarias condiciones, siendo muchas veces incapaces de conseguir al menos un mendrugo de pan diariamente para poder cumplir, por lo menos, con sus necesidades básicas alimenticias.
Detrás de este panorama de extrema pobreza en que viven los seres humanos, está la mano de los políticos que legislan en beneficio de unos pocos y en detrimento de la gran mayoría.

Para nadie es un secreto que en todos los rincones del planeta, los políticos han sido puestos en el poder desde siempre por los grandes empresarios, banqueros, y más recientemente por las mafias de las drogas y de las armas, que inyectan en cada campaña política cuantiosos recursos económicos, a fin de asegurar que, una vez un político cualquiera logre alcanzar el poder por cualquier medio disponible, beneficie con decisiones amañadas los intereses de esos grandes empresarios, banqueros y mafiosos, como siempre suele suceder, a costa del detrimento de las condiciones de vida de la población en general.
Los políticos y la corrupción siempre han ido de la mano, y posiblemente sean menos del 1% de las personas que a nivel mundial ingresan en el mundo de la política, quienes puedan levantar su mano y demostrar que nunca en la vida han estado inmersas en ninguna clase de escándalo de corrupción.
Solo unos pocos países como Noruega, Dinamarca, Finlandia, Islandia, y en general, los países ubicados en la península escandinava, así como unos muy pocos países asiáticos, son aquellos que han podido disminuir gracias a la política y a una toma de conciencia entre aquellos que deciden convertirse en políticos, las brechas de la desigualdad existentes entre las personas que lo tienen absolutamente todo, y aquellas personas que no tienen absolutamente nada.
Con excepción de algunos pocos casos a nivel mundial, el resto del planeta está completamente a merced de los abusos y excesos de poder que a diario y en todos los rincones, cometen los políticos que se desvían por completo de la tarea para la cual han sido elegidos.
Y eso no es todo
En el juego de la política, existe siempre una cruenta batalla entre aquellos que se postulan a los cargos de elección popular y ganan, de manera legítima o ilegítima, siendo esto último algo completamente indiferente para los políticos, y aquellos que se convierten en perdedores en ese juego por hacerse con las mieles del triunfo y del poder.

Los políticos son uno de los más grandes males de este mundo. Son maestros de la mentira y del engaño. Quienes obtienen la victoria, engañan al pueblo para lograr ser elegidos, prometiendo cosas que la inmensa mayoría de ellos sabe de antemano que no podrán cumplir, y quienes pierden la batalla, engañan de igual forma al pueblo, haciéndole creer que ellos sí hubiesen sido la mejor opción, lo cual vale la pena resaltar, es algo completamente falso, teniendo en cuenta que ganadores o perdedores, ambos son seres humanos, sujetos a sus bajos instintos y a sus ansias desmedidas de dinero y de poder.
Como un ejercicio que cualquier persona puede llevar a cabo para ver con sus propios ojos la realidad de lo que se ha escrito, basta con que cualquier persona, en cualquier lugar de este mundo, observe a cualquiera de los políticos de su región, de su país, mire sus condiciones de vida, y las compare con las condiciones de vida de la mayoría de personas.
Los políticos son uno de los más grandes males de este mundo
De igual manera, mire en su país y en su comunidad, si existen políticos del pasado o del presente que hayan estado manchados de corrupción. Sin ninguna duda, ninguna región de este mundo se escapa de este flagelo.
Mientras que los políticos tienen acceso a fuentes de dinero inagotables, provenientes de los impuestos que les son cobrados a las personas y con los que se alimentan las finanzas estatales, lo que les permite vivir en las mejores condiciones, tener los mejores automóviles, viajar por todo el mundo y en general, gozar de beneficios a los que la mayoría de personas no pueden acceder, esa mayoría de personas que no participan activamente de la política, simplemente se prestan cual “idiotas útiles”, para que un personaje sin mayores cualidades y valores, se convierta en un devorador de los recursos que provienen del pueblo, que deberían ser invertidos en beneficio del pueblo, pero que extravían su camino por la corrupción rampante a la que está ligada todo lo relacionado con el mundo de los políticos.
Divide y vencerás
En medio de este funesto panorama que las personas raras veces se sientan a contemplar sin apasionamientos, los políticos mantienen dividida y en guerra la opinión de los ciudadanos que ayudan a elegirlos en las urnas.
Políticos manchados de corrupción por dondequiera que se les mire, alzan sus voces acusando a sus contrapartes, de la misma corrupción en la que ellos están inmersos hasta más arriba de sus propias cabezas.
Los políticos son uno de los más grandes males de este mundo
El pueblo raso, aquel sobre el cual se paran los políticos para hacerse elegir, simplemente cae en ese juego cruzado de mentiras, desatando un odio entre propios y extraños para defender a un político cualquiera que, simplemente, jamás merecería ser defendido.
Pero ese es un juego que beneficia a los políticos. En medio del caos y el desorden que ellos mismos se encargan de generar, saben que siempre habrá un grupo de ellos que se beneficiará, haciéndole creer a las personas que lo único que les interesa es el bienestar de sus gobernados.

Compra y venta de conciencias
Como la cereza de este pastel, se encuentra el simple hecho de que los seres humanos, sobre todo, aquellos más vulnerables económicamente, venden su voto y su conciencia, a cambio de un pedazo de pan.
Los políticos son uno de los más grandes males de este mundo
En todas partes de este planeta, los políticos sin casi ninguna excepción, desarrollan sus campañas para ir a la conquista del poder en medio de las comunidades más deprimidas y necesitadas. Por lo general, las personas de menos recursos y de menos nivel educativo, son el caldo de cultivo perfecto que le permite a los políticos llegar al poder para de esta forma, acceder a los recursos de la nación para su propio beneficio.
Pocas veces, por no decir que ninguna vez, un político desarrollará su campaña en aquellos sectores de la población donde las personas tengan capacidad económica, y un nivel de estudios que les permita poner en tela de juicio las afirmaciones falaces con las que ellos acostumbran a ganarse el voto del pueblo raso que normalmente es quien los elige.
La autorregulación
Sin duda alguna, solo a través de la autorregulación, podrá el ser humano algún día escapar de ese flagelo que son los políticos.
Mire usted su país, su ciudad, el lugar en donde vive, y con plena y absoluta seguridad encontrará que los políticos a lo largo de los años, y sin importar la ideología que profesen, lo único de lo que se han encargado con eficiencia, es de esquilmar las finanzas públicas para favorecerse a sí mismos y a sus personas más allegadas.
Mientras los seres humanos sigamos considerando que necesitamos que nos gobiernen, todo seguirá siendo como siempre ha sido y, muy probablemente, tenderá a empeorar a medida que pasen los años.
Sin embargo, nunca se sabe si algún día la raza humana tendrá la capacidad suficiente para entender que no se necesita de políticos, policías, vigilancia y castigos, para hacer lo que se debe hacer, sin afectar de manera negativa los intereses de las demás personas.

La autorregulación hoy en día es una panacea, algo impensable e irrealizable, pero en la medida en que la conciencia de las personas se eleve y se ponga por encima del deseo de acumular riquezas y poder, es muy posible que, en algún momento, el hombre dé ese salto evolutivo necesario para desprenderse de aquellos mal llamados gobernantes, que pretenden gobernar a otros pero que, a decir verdad, ni siquiera se gobiernan a sí mismos.
Antes no era así
Una de las creencias más equivocadamente arraigadas en las personas, es la de creer que antiguamente los políticos no eran como son actualmente. Nada más falso y alejado de la realidad que esto.
Lo que genera esa falsa percepción, es el simple hecho de que antiguamente no existían las comunicaciones que actualmente existen, luego un político cualquiera, podía decir lo que le viniera en gana, y con facilidad podía cambiar sus afirmaciones en cualquier momento sin que absolutamente nadie se enterara, toda vez que no existía la forma de mantener registros de ninguna naturaleza frente al actuar de estos personajes.
Hoy en día, gracias a que todas las personas cuentan con teléfonos inteligentes que les permiten grabar y compartir toda clase de información, la suciedad que ronda a los políticos y sus malas prácticas y decisiones, queda cada vez más en evidencia.
Es por ello que es tan común ver un vídeo de un político afirmando cualquier cosa, y al mismo tiempo, ver a ese mismo político contradiciendo su versión anterior, sin siquiera sonrojarse. En la política y, de hecho, en la vida misma, cambiar de versión es una práctica deshonesta muy común que usamos los seres humanos de acuerdo a nuestra conveniencia y necesidad. Hoy decimos una cosa, y mañana decimos justamente lo contrario.
Dejar de creer
Dejar de creer en los políticos y sus falsas promesas, es algo que las personas deben comenzar a hacer, sobre todo aquellas que viven en los países más empobrecidos por sus políticos, si en realidad esperan que algún día la situación de sus países pueda comenzar a mejorar.

Todos los países sin excepción, tienen riquezas de toda clase, pero en muy pocos países de este mundo, dichas riquezas están repartidas de manera equitativa entre sus habitantes. Como ya se ha mencionado, la pobreza domina en este planeta, y si bien los políticos no son los exclusivos responsables de la misma, si han contribuido enormemente para hacer de este mundo un lugar cada vez más desigual.
Lamentablemente, las personas siempre buscan un político a quien seguir y una vez encuentran a ese político, lo defenderán a capa y espada sin importar incluso, si contra esa persona existen toda clase de señalamientos y acusaciones en contra de su honorabilidad y rectitud.
Esto tiene una explicación. A lo largo del tiempo, a las personas se les ha vendido de manera repetitiva la idea de lo necesarios que son los políticos para mantener el orden dentro de las sociedades y, de igual forma, se les ha vendido a las personas la idea de que siempre se debe respaldar a algún personaje de la política, so pena de que eso hace parte de los derechos y deberes de todo ciudadano.
En la medida en que las personas han atesorado esta clase de mentiras, en esa misma medida, los políticos han podido perpetuarse en el poder.
¿Hasta cuándo? Hasta cuando los seres humanos entendamos que ningún ser humano es capaz de resolver los complejos problemas a los que se enfrenta diariamente la sociedad.
No es en manos de los políticos en las que se encuentra el cambio. Es en las manos de cada ser humano, en donde está la responsabilidad de hacer de este planeta un mejor lugar para vivir.
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