No todo van a ser recetas en esta vida y lo fácil de encontrar en este tipo de entradas son en ese formato de preparación con los ingredientes exactos y los tiempos medidos, sin embargo este espacio sabéis que está mucho más enfocado a dar respuestas a las preguntas más inverosímiles...
¿Os habéis preguntado alguna vez cual es la historia de vuestro postre navideño?. Ya que los "habéis preparado" siguiendo las indicaciones precisas de otros colegas, y los habéis paladeado con ganas e incluso seguramente son los culpables de esos kilos de más que os costarán bajary que son la eterna disculpa para darse de alta en un gimnasio en enero y darnos de baja al siguiente...
¡Qué menos que conocer la historia de muchos de ellos y de los lugares donde son típicos!.
P.d. Si queréis saber más cosas sobre el ROSCÓN DE REYES, capítulo que ya hemos tocado anteriormente en el blog, no dudéis en pinchar sobre el enlace además de resolveros varias incongruencias sobre los reyes magos.
Sin más preludio, arrancando que es gerundio.
1. ANDALUCÍA: MANTECADOS Y POLVORONES DE LA ESTEPA Y PESTIÑOSPero aunque daten los orígenes de esas fechas, hay otro año señalado en el calendario que contribuye a su leyenda: 1870. En aquel momento todo el pueblo se dedicaba a la comercialización del mantecado en épocas navideñas, aprovechando que las tortas de manteca era el postre habitual en esas tierras. De las más conocidas en el territorio nacional eran las realizadas por Micaela Ruiz Téllez, exquisita elaboradora de este postre hecho con manteca de cerdo, harina de trigo refinada y tostada en su punto con una buena dosis de azúcar. La señora en cuestión, aprovechando que su marido era transportista y estaba siempre de viaje en épocas navideñas, le hacía llevar consigo cantidades ingentes de mantecados y polvorones de la Estepa que allí donde fuere le quitaban de las manos. Es gracias a ella que alcanzasen la popularidad que todavía conservan a día de hoy a la que se sumaron todas las familias del pueblo y alrededores a sabiendas que había negocio, dando un total de 19 fábricas actualmente que tienen el producto registrado de mantecados o polvorones de la Estepa.
2. ARAGÓN: GUIRLACHE Y FRUTA ESCARCHADA
Se cree que nació fruto de la conservación de los alimentos, puesto que la almendra es un fruto exclusivamente otoñal que si no se come en el momento termina por pudrirse. El hecho de bañarle en un caramelo hecho con agua y azúcarcalentarla previamente hasta ser tostada, permitía que el consumo de este alimento durará durante muchos más meses sin tener miedo a que estuviese en mal estado. De paso era costumbre que llegado el frío, la gente que debía cruzar entre los pueblos o recorrer kilómetros llevara en su zurrón barritas de guirlache caliente para reponer fuerzas y entrar en calor, aunque suponemos que como ocurre a día de hoy más de uno se dejaría los dientes en el intento.
En la conquista de España, la fruta confitada fue introduciéndose en la cultura occidental, y aunque el hábito casi desapareció tras la reconquista, ya que no querían tomar productos del invasor, volvieron a aparecer durante el siglo XVI con la idea de preservar la comida. En España se hizo muy popular el diacitrón dejando su impronta en varias obras literarias coetáneas. La fruta escarchada terminó siendo un postre popular en Aragón y con el tiempo a nivel nacional popularizándose como un postre festivo navideño.
3. ASTURIAS: CASADIELLES
En realidad se trata de una especie de empanadilla realizada con harina de trigo (u hojaldre) que en su interior suele ir rellena con nueces o avellanas, anís y azucar que se han ido haciendo en el horno, si bien, como hemos indicado el relleno puede variar según la creatividad del repostero.
Con el tiempo los obradores confiteros introdujeron este postre artesanal entre sus productos en venta y, aunque es algo típico de todo el año, los foráneos suelen multiplicar las ventas de dicho producto en fiestas navideñas. Así que los lugareños negaran que se trata de un producto de estas fechas y los visitantes seguirán comprándolo como postre de los días especiales como si lo fuese.
4. CANARIAS: TRUCHAS DE BATATA Y TURRÓN DE GOFIO
Estas empanadillas suelen hacerse con batata de Lanzarote (más dulce y menos harinosa) y rellenas de matalahúva o matalahúga (una planta de anís verde autóctona), almendras y pasas y son tradicionales en la cena de Nochebuena en todas las mesas de las islas. Los lugareños dicen que la Navidad empiezan cuando en los comercios empiezas a ver las truchas de batata.
El turrón de gofio y miel fue creado también en el barrio de San Nicolás y en el de San José a mediados del S.XIX y comercializado como "turrón del país" comiéndose en las fiestas de los pueblos y que con el tiempo fue exportado a la península y convirtiéndose en un manjar más para las fechas navideñas.
5. CANTABRIA: TOSTADAS DE NAVIDAD
Se dice que el romano Marcus Gavius Apicius, un soldado cocinero, recogía en su recetario "pultes tractogalate" (gachas guisadas con harina y leche) y que por ende fue el precursor de dicho postre que no se llamaría "torrijas" hasta que el poeta español Juan de la Encina usara dicho término en una de sus obras a caballo entre el siglo XV y XVI.
Pero, ¿cómo llegaron a ser tan populares entre nuestras fiestas?: "Las torrijas, al igual que la Semana Santa, representan la vida y muerte de Jesús. Según el rito católico, el pan es el cuerpo de Cristo, que muere en este tiempo, del mismo modo que la base de las torrijas es pan muerto. La leche, los huevos y la fritura -nos detalla- se entienden como los baños necesarios para que el cuerpo resucite y dicha fritura refleja el sufrimiento del Señor. Se produce la resurrección del pan muerto y de ahí la consideración de postre divino". Reza el escrito, todo mentira... dicen que se popularizaron en la Guerra Civil, en épocas de racionamiento cuando la gente no tenía dinero para pagar el postre típico y siendo el dulce más barato que se pudieran permitir, pudiendo reutilizar el pan de varios días con un poco de leche, azúcar, miel y unos huevos, por ello se convirtió en el postre de Semana Santa y muy probablemente por la misma razón, la escasez de alimentos, en el postre cántabro de Navidad que prefieren llamar tostadas.
6. CASTILLA-LA MANCHA: MAZAPÁN DE TOLEDO
Importado de Italia y de los países musulmanes este postre posiblemente llegó a la península en el siglo VIII, pero la leyenda de polo se refiere a cuatro siglos después. Las monjas Bernardas del convento cisterciense de San Clemente tenían en sus instalaciones muchísimos almendros y para no pasar hambre al estar sitiados por los árabes tuvieron que tirar de imaginación para conservar un alimento perecedero como el que daban sus árboles, por ello maceraron las almendras con azúcar, creando una pasta a base de ser pasada por la maza, que al ser horneada dio como resultado lo que hoy conocemos como mazapán (pan de maza).
7. CASTILLA Y LEÓN: MANTECADAS DE ASTORGA, YEMAS DE SANTA TERESA Y TRONCO DE NAVIDAD DE CASTAÑAS DEL BIERZO Y CHOCOLATE
Lo que si queda claro es que se hicieron populares durante la invasión francesa, pues era un postre que podían hacer a base de materia prima que había dentro de las fortificaciones: harina de trigo, huevo, mantequilla de vaca, manteca de cerdo y azúcares. Desde 2004 cuentan con la Indicación Geográfica Protegida (IGP) y un consejo regulador que inspecciona manteniendo las exigencias de calidad. Actualmente sólo hay seis fabricantes con la IGP que pueden hacer dicho producto.
El origen del tronco navideño proviene de una tradición realizada cada solsticio de invierno en la que el familiar mayor o menor de cada casa debía quemar un tronco con el que calentar a la familia durante tres días, para ello regaban el trozo de madera con aceite o vino. La iglesia católica absorbió dicha tradición pagana, pero en el siglo XIX con la llegadas de las estufas a las casas la tradición corría peligro de extinción por lo que la convirtieron en un postre con forma de tronco siendo el pastelero y heladero Pierre Lacam el primero en crear dicho postre. Aquí en España es conocido el tronco de navidad de castañas del bierzo y chocolate propio de la comunidad castellonense.
8. CATALUÑA: NEULES
Es un postre que está unido a la religión siendo las primera de forma plana y escritas en ellas algún pasaje bíblico o detalles religiosos desde el año 1267, donde sabemos que el rey Jaime I se las servía a sus comensales en palacio. No es hasta el siglo XVII cuando empiezan a ser enrolladas, seguramente para poder comerse mejor sin necesidad de partirlas y empezaron a popularizarse entre la Concepción (8 de diciembre) y la Candelaria (2 de febrero), convirtiéndose con el tiempo en un postre típico de estas fechas en Cataluña, siendo un perfecto acompañamiento del turrón por estas fechas.
9. COMUNIDAD DE MADRID: ROSCÓN DE REYES
Fue por culpa de los franceses que este manjar tuviera premio y castigo. En el siglo XI retomaron la tradición romana del "rey del haba", donde los pueblos ofrecían a los niños más pobres del lugar un roscón por navidad, en uno de ellos escondían un haba y el niño afortunado que la tuviera era tratado como un rey durante ese día. Luis XV, en el siglo XVIII, decidió introducir una medalla de oro entre esos roscones dados a la gente más humilde y el haba dejó de tener gracia, ya que era una paripé de un día mientras la medalla de oro cambiaba de verdad la vida del niño a quien le tocase para siempre.
Así fue como el haba en vez de ser el premio bueno paso a ser el malo, que terminaría siendo definida con la gracieta que conocemos hoy en día por idea de Felipe V, siendo recompensado quien encontrara una figura o una moneda y tratando de idiota a quien se encontrase con el haba y de dicha forma popularizó de nuevo el postre en nuestro país en épocas navideñas.
10. COMUNIDAD VALENCIANA: TURRÓN DE JIJONA Y DE ALICANTE
La versión española del turrón nace en Alicanteen el siglo XV (turrón duro) y durante el reinado de Carlos V ya era un postre famoso, pero fue en el XVI cuando se hizo muy popular en España el realizado en la Villa de Sexona (actualmente Jijona, turrón blando), según se recoge en el libro "Conduchos de Navidad" (1584) de Francisco Martínez Montiño, jefe de cocinas de Felipe II.
Hay otros historiadores que pese a todos estos datos históricos quieren datar el nacimiento del postre entre 1651 y 1652, en pleno asedio de Barcelona durante la Guerra de los treinta años. Cataluña se había sublevado a España y encontraron aliados en el ejército francés del cardenal Richelieu, por lo que el ejército español invadió la Comunidad Autónomapara acabar con la rebeldía. En esas fechas las tropas del rey Felipe IV asediaron la ciudad condal que a falta de víveres decidieron conservar los productos perecederos como en tantos otros casos de este posts, naciendo así el turrón para la durabilidad delos frutos secos.
11. GALICIA: FILLOAS DE LECHE
Las originales eran la filloa á pedra, elaboradas sobre una piedra grande y lisa expuesta al calor, pero con el tiempo inventaron las filloeiras, unas planchas de hierro donde se podían hacer muchas más en menos tiempo y a día de hoy muchos incluso las hacen en sartenes o tixolas. En la zona de la Costa da morte este postre es conocido como fullado y en otras regiones gallegas como feixó o fisuelu.
Es un postre que se suele tomar tanto en navidades como en Carnaval:"No hay Entroido (figura carnavalesca gallega) que se preste sin tomar este postre", y están elaboradas a base de harina, agua, caldo o leche aunque se pueden añadir huevos, sangre, azúcar o miel y dicen que no existe larpeiro (persona que se gusta de comer exquisiteces sobre todo de sabor dulce) que se resista a ellas.
12. EXTREMADURA: BOLLO TURCO DE JEREZ DE LOS CABALLEROS
“El bollo Turco se preparaba en Jerez, al menos, desde 1600 y existe documentación sobre su rica repostería desde 1715”.Relata Feliciano Correa Gamero en su libro "Los jerezanos del S. XVIII y que de turco o árabe no tiene nada, sino que la historia de la otra vertiente es mero marketing. También hablan que este postre lo hacían antiguamente las monjas de clausura pero: "Las monjas 'encerradas' los hacían muy ricos, pero se industrializaron mucho, cada vez vendían menos y acabaron yéndose de Jerez. Si no es artesano y de calidad, el bollo turco se pone duro enseguida".
Es por ello que su venta ha quedado en mano de las pastelerías de la ciudad donde lo hacen con almendras, azúcar, huevo, una cascara de limón rayada y de base una oblea que sostiene el postre en forma comúnmente de flor rodeada por una circunferencia y cuyo peso oscila entre medio y un kilo.
13. ISLAS BALEARES: CUSCUSSÓ
Compuesto principalmente por una mezcla de manteca, almendra, pan de payés remojado en agua y azúcar, se suelen incorporar otro tipo de ingredientes como las almendras, canela y la piel de limón a gusto del repostero. Entre las familias menos pudientes, a falta de poder costearse los ingredientes, con añadir más cantidad de pan les sobraba y seguía sabiendo igual de bien. El resultado final tiene el aspecto de barra de pan cubierta de fruta confitada y piñones como una coca de San Juan.
Aunque en la mayoría de hogares se sirve como si fuera un postre, también se suele usar como exquisito relleno para cualquier tipo de carne como el Pavo relleno de cuscussó, típico plato de la Navidad menorquina..
14. LA RIOJA: FARDELEJOS DE ARNEDO Y MAZAPÁN DE SOTO
Es una especie de empanadilla rectangular de hojaldre frita y relleno de mazapán (manteca de cerdo, harina, sal, almendra, azúcar y huevo) con un sabor no es excesivamente dulce, aunque si contundente. Un postre típico de todas sus fiestas populares, no solo los eventos navideños, que suele ser acompañado con un café o con una copita de moscatel y que los arnedanos suelen acompañar con el eslogan: “Si quieres llegar a viejo, come todos los días un Fardelejo”.
Esta receta es obra de Sor Purificación Redondo Tejada, superiora de las Siervas de Jesús, cuando en 1870 decidió empezar a comercializar. La receta la dejó en herencia a su hermano Juan de Dios residente del pueblo riojano Soto de Cameros y desde donde se encargó de producir de manera industrial para poder llevar a cabo todos los pedidos del producto. Con el paso del tiempo fueron varias las empresas en el pueblo que se dedicaban a esta labor, marchándose la mayoría a Logroño para poder tener más recursos y expandir el negocio.
15. NAVARRA: SOPACANA, MUXU GOXO Y CUAJADA DE ULTZAMA
Todas ellos se han convertido a día de hoy en postres navideños o invernales que no pueden faltar en este tipo de fiestas. Los ingredientes que tenían a mano los pastores y cuya base eran las grasas animales y poder tomarlos en caliente (si bien son postres que también son muy apetecibles en frio) como sustento a las frías noches a ras de cielo con el ganado han ido evolucionando gracias a la tradición en los platos a tomar justo después de los atracones de estas fiestas, dejando paso, si tu cuerpo aún puede permitírselo, al resto postres navideños de esta lista.
16. PAÍS VASCO: INTXAURSALSA
De este modo nació esta crema de nueces con materia prima muy cercana (leche, nata, canela, nueces y azúcar) y cuyo único ingrediente caro era el azúcar, aunque pareciera inverosímil, y por el cual muchas familias no se la podían permitir de manera frecuente. En su tiempo terminó convirtiéndose en el postre de Navidad en el País Vasco, pero con la llegada de los turrones, la tradición terminó cayendo en el olvido, hasta que hace unas pocas décadas empezó a volver como si fuera una novedad que todos querían probar.
Hasta los restaurantes recogen este postre tan sencillo en estas fechas, a sabiendas que tiene demanda, eso sí, de nuevo tienen una cosa en común con los postres navarros, como la comida haya sido demasiada, tomarte una intxaursalsa como postre puede terminar de rematarte o no hacer planes en una semana mínimo solamente para ir haciendo la digestión.
17. REGIÓN DE MURCIA: CORDIALES
Las monjas debieron ser benévolas y compartir la receta en las diferentes localidades murciana, por lo que los cordiales terminaron siendo un postre casero típico de todas las familias cuando llegaba la Navidad.
Sus productos más característicos son la almendra, huevo y el cabello de ángel, sin olvidar la base de la oblea donde se apoyan, si bien cada maestrillo tiene su librillo, y en cada casa ponen su toque distintivo con ralladura de limón u otro cítrico, extra de calabaza, almendra molida o troceada o cualquier producto compatible que le dé un toque diferencial y se pueda amasar con la misma textura del mazapán. Lo único que hay que tener en cuenta que se deben consumir antes de cinco días porque se estropean pasados ese tiempo.