Los prejuicios son creencias previas a la observación

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Todas las personas vamos formando nuestra autoestima de manera no consciente, es decir, no nos decimos a nosotros mismos cómo somos, sino que el cerebro va acumulando información acerca de nuestras respuestas habituales ante estímulos cotidianos, incluso sin que nos demos cuenta.

Cada interacción y experiencia de la vida es medida por la mente para analizarla y determinarla. Esta determinación puede ser un prejuicio en sí misma (ya sea uno nuevo, o un prejuicio antiguo, reforzado), pero esta determinación depende de los prejuicios preexistentes y de las presunciones, así como de las experiencias que se han desarrollado durante la vida. El proceso de medir se relaciona casi exclusivamente con el pasado, específicamente la información que hemos oído o por la que hemos sido influenciados a través de otras personas, o de nuestras propias experiencias. Esto hace que se vayan reforzando ideas pre-concebidas, que van a ir guiando nuestras respuestas.

"Las ideas preconcebidas son nuestro mayor enemigo. Hacen que dejemos de ver lo que, en condiciones normales, deberíamos ver sin ningún problema" ~ Keigo Higashino

Normalmente las personas vamos formando nuestra identidad personal en base a un amplio rango de aspectos, pero uno de los más sutiles y profundos, son los prejuicios. A menudo nos aferramos a ellos porque creemos que son parte de nuestra identidad. Pero esto puede ser engañoso, pues no lo son. De hecho, nuestros prejuicios cambian bastante a menudo. Nuestra dificultad para dejarlos ir es directamente proporcional a qué tan valiosos son para nosotros.

"El prejuicio se basa no tanto en lo que uno odia o le desagrada, ya sean ideas, actividades o gente, sino en el hecho de que es más fácil y más seguro quedarse con lo conocido" ~ Wayne Dyer

Si un prejuicio es lo suficientemente valioso para nosotros como para "justificar" nuestra decisión, seguirá acompañándonos, hasta tanto decidamos reconocer la naturaleza de su existencia en nuestra mente, o hasta que algún evento nos proporcione evidencia suficiente como para que la existencia de ese prejuicio se disuelva por "falta de mérito".

Muchos de los prejuicios hacia nosotros mismos, provocan la necesidad de generar una "apariencia", con el propósito de no ser rechazados, de ser aceptados en los grupos de referencia. Con lo cual, vamos generando un "ser" que muchas veces dista del SER que queremos ser en realidad.

"Estamos tan acostumbrados a disfrazarnos para los demás, que al final nos disfrazamos para nosotros mismos" ~ François de La Rochefoucauld

Una de las maneras más efectivas de "desactivar" un pensamiento en forma de "prejuicio" es haciéndonos preguntas que conduzcan a un auto-conocimiento sincero y profundo, como, por ejemplo:

  • ¿Es este prejuicio relevante para mi vida?
  • ¿Es valioso mantenerlo? ¿Por qué?
  • ¿Está siendo dueño de mí este prejuicio ahora?
  • ¿Cómo lo obtuve? ¿Cuándo lo obtuve? ¿De dónde lo obtuve?
  • ¿Por qué tiene tanto poder sobre mí? ¿Por qué siento que es tan importante?
  • ¿Me sirve de algo? ¿Para qué?
"El 'ser' siempre trasciende la apariencia, lo que sólo parece ser. Una vez que empiezas a conocer al ser detrás de la cara muy bonita o muy fea, según lo determinan tus prejuicios, las apariencias superficiales se desvanecen hasta que sencillamente dejan de importar" ~ William Paul Young

¿Por qué creo que este tema del prejuicio es tan importante? Bueno, sencillamente, porque puede formar parte integrante de un proceso que podríamos denominar "Profecía autocumplida", es decir, se hace tan patente a nuestra cognición la "certeza" del prejuicio, que todas las circunstancias parecerían indicar que se es así, y de esta forma, se vuelve realidad. Y si ese prejuicio sobre mí mismo es limitante, bueno, termino creando en el exterior lo que creé en mi interior con el prejuicio.

"En mi país tratan a los hijos de inmigrantes como delincuentes durante todo el año hasta que llegan a serlo, porque los pobres son tan obedientes que acaban prendiendo fuego a los autobuses y los automóviles por cortesía, por parecerse a la imagen que proyectan de ellos desde que nacieron" ~ Frédéric Beigbeder

Te comparto a continuación, a modo de despedida de este artículo, un video donde podrás observar con cuánta facilidad podemos (y de hecho lo hacemos) prejuzgar a las personas, solo contando con su "apariencia" y desde ahí juzgar lo que es posible y lo que no:

Espero de corazón que este artículo haya sido de alguna manera útil para tu vida. Si en algún momento consideras que necesitas revisar tu manera de pensar y descubrir el nivel de PREJUICIOS en tu vida, y quieres dar tu primer paso hacia una más profunda autoconciencia, para lograr un mayor bien-estar, estoy disponible para que me consultes y conversemos de qué manera puedo asistirte.

Recibe mi total agradecimiento por permitirme compartir contigo estas reflexiones y te agradeceré las reenvíes a quienes consideres les pueda ser de utilidad.

Funete https://entrenatuvida.wordpress.com/2016/01/24/los-prejuicios-son-creencias-previas-a-la-observacion/

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