Con la actual vorágine viral emergente que el virus del Ebola ha creado en prácticamente todo el siempre injusto Primer Mundo –si les preguntamos a los africanos seguro que la malaria, tripanosomiasis varias, el dengue o directamente el hambre preocupa mucho más-, ha pasado casi desapercibida una cita anual con los prestigiosos premios que la Real Academia Sueca de las Ciencias ofrece a los mejores desarrollos o descubrimientos científicos del mundo: los Premios Nobel –me lo ofrecen a mí, año tras año, pero por humildad los suelo rechazar…-. Por ello, y sin perderlo de vista, aparquemos por un momento al virus más mortífero que nos acaba de entrar en Europa y posémonos sobre los Nobel de física, química y, a falta del injustamente inexistente Nobel en matemática, finalizamos con el de fisiología o medicina.
El Nobel de física ha ido a parar a Isamu Akasaki, Hiroshi Amano -ambos de la universidad de Nagoya, en Japón- y Shuji Nakamura -universidad de California- por los trabajos que marcaron una revolución tecnológica sobre la luz, inventando los diodos emisores de luz azul eficientes –los diodos rojos y verdes ya existían- que han originado las famosas bombillas LED de luz blanca de bajo consumo y larga duración.
El Nobel de Química “goes to”, como diría aquella presentadora de los Oscar, a los responsables últimos del desarrollo del manoscopio. Los estadounidenses Eric Betzig y William E. Moerner y el alemán Stefan W. Hell fueron claves para el desarrollo del microscopio de fluorescencia de alta resolución que permite ver los objetos a escala nanométrica. Y como muestra, un botón, perdón… un pelo humano, que fue lo que mostró el comité de los Nobel para ilustrar el poder de estos microscopios…
Finalmente, el Nobel en fisiología o medicina ha sido otorgado a los descubridores de las células que constituyen el sistema de posicionamiento en el cerebro, algo así como un GPS interno. Medio Premio fue a parar al británico-estadounidense John O’Keefe y el otro medio al matrimonio noruego May-Britt y Edvard I. Moser. Las investigaciones de estos científicos muestran cómo las personas pueden orientarse en el espacio sabiendo en todo momento dónde se encuentran –algo que yo hago malamente…-.
Finalmente comentar que, año tras año, algo que ya es la norma, y no la excepción, es que el Nobel va a parar al máximo de personas que pueden ser galardonadas a la vez: TRES. Enhorabuena a los premiados.
Premios IgNobel
Pero si la cita anual con las principales investigaciones del mundo no falla, tampoco lo hace otra sobre investigaciones… digamos… originales.
Según la revista Nature, los Premios IgNobel o AntiNobel son una parodia de los conocidos galardones de la Academia Sueca que pretenden hacer reír y pensar a partes iguales.
Estos premios están organizados por la revista de humor científico Improbable Research y suelen ser presentados por grupos de investigadores que pueden incluir a Premios Nobel reales en una ceremonia en el Sanders Theatre, de la Universidad de Harvard. Se entregan cada año a diez trabajos científicos pintorescos e inusuales.
En la presente edición 2014, un equipo científico español se ha llevado el IgNobel en la categoría de nutrición por demostrar que de las bacterias lácticas de las cacas de los niños se pueden obtener probióticos para la producción de chorizos. ¡Sí, ha escuchado bien! El trabajo, publicado en Food Microbiology llevaba como primera firmante a Raquel Rubio del Centro de Gerona para Investigación y Tecnología Agroalimentarias IRTA. Al parecer, los ganadores no pudieron estar presentes en la ceremonia pero aceptaron el galardón vía vídeo.
Entre otros, el premio de neurociencia fue a parar a un grupo de China y Canada por tratar de entender lo que ocurre en el cerebro de la gente que ve la cara de Jesús en una tostada, el de fisiología recayó en un grupo que publicó las posibles evidencias de que las personas que habitualmente se despiertan tarde son, en promedio, más autocomplacientes, manipuladores y psicopatológicos que las que habitualmente se levantan temprano. El premio IgNobel de Salud Pública fue a parar a un grupo multinacional por investigar si es mentalmente dañino para un ser humano ser el propietario de un gato. Finalmente, el IgNobel de biología se concedió al estudio que afirmaba que los perros al defecar u orinar prefieren alinear su cuerpo con el eje terrestre norte-sur siguiendo las líneas del campo geomagnético.
DIVULGACIÓN CIENTÍFICA DEL 12 DE OCTUBRE DE 2014
Descripción: José Antonio López revisa la actualidad científica hablando de los factores que causan la esquizofrenia; la mayoría de sus síntomas sí están identificados, uno de ellos son los episodios psicóticos tempranos que sufre un 3% de la población. En el segundo tema JAL nos informa de la última entrega de los Premios IgNobel, una parodia de los galardones de la Academia Sueca que pretenden hacer reír y pensar a partes iguales. Para finalizar José Antonio habla la falsa seguridad de los adictos al juego, la ilusión de control es un término psicológico que describe la tendencia a creer que podemos influir sobre ciertos acontecimientos cuando, en realidad, son incontrolables. Se trata de un fenómeno que ocurre más a menudo de lo que imaginamos.
MADRI+D TV (Divulgación científica con cara, e imágenes, en 3 by Text-Enhance"> by Text-Enhance"> by Text-Enhance"> by Text-Enhance"> by Text-Enhance"> by Text-Enhance"> by Text-Enhance">minutos
ENTRE PROBETAS (Píldoras científicas en 2 minutos). Radio 5
EUREKA Radio Exterior de España
UNEDtv
FACEBOOK (José Antonio López-Guerrero)
FACEBOOK (Departamento de Cultura Científica -Centro de Biología Molecular)
TWITTER (JALGUERRERO)
TWITTER (DCCientificaCBM)
LINKED-IN (Jal Guerrero)