Hoy a las 12 del mediodía finalizaba el plazo para presentar las enmiendas a los presupuestos del Gobierno Vasco.
Desde EB, hemos presentado 173 enmiendas parciales y una a la totalidad, por dos motivos:
Primero, el Gobierno ha elaborado los presupuestos sin tener en cuenta las necesidades de la ciudadanía, su única obsesión ha sido mantener el déficit en el 1,3% y la deuda por debajo del 6%.
Y segundo, son unos presupuestos tan ajustados en sus partidas, que como se funda una bombilla de más en alguna delegación del Gobierno, ya no les llega para repararla.
Vamos, que más que presupuestos de un Gobierno serio, parecen un ejercicio de contabilidad de cualquier estudiante de 15 años, lo que importa es cuadrar, el resto ya lo miramos luego.
Un Gobierno, y menos uno que pretende sacarnos de la crisis económica, no puede limitarse a hacer de gestor de recursos. Tiene que presentar un proyecto social, decir que es imprescindible desde su punto de vista, para constituir el estado de bienestar, y luego, buscar la financiación, y si para ello necesita acudir a la deuda o al aumento de la presión fiscal hacerlo.
Pero no, el Gobierno de López, al más puro estilo PP, nos ha presentado unos presupuestos que están al albur de lo que haga el mercado para determinar ese estado de bienestar.
Si el PIB no sube lo previsto, los mercados se pondrán nerviosos y se encarecerá la deuda, así que habrá que intentar reducir el déficit porque no habrá otra forma de afrontar el pago de intereses, y ¿cómo se reduce? pues muy sencillo, aplicando nuevos recortes, pensiones, salarios, rentas de garantías, subvenciones al tercer sector, la ayuda al desarollo, etc. etc.
Conclusión, que en Euskadi da lo mismo que gobierne el PSE, el PP o el PNV, porque al final, quien va a determinar el modelo de país, va a ser el diferencial con el bono alemán, sea con más o menos ikurriñas en los edificios públicos.