Los presupuestos sin alma y del “siseñor”

Publicado el 31 marzo 2012 por Rgalmazan @RGAlmazan

No hay nada como unos presupuestos para ver la verdadera cara del gobierno que los presenta.Y la cara de este gobierno es fría, gris, cicatera, insolidaria, bélica e inactiva para con sus ciudadanos, y obediente y claudicante para con sus amos: Los Mercados. Una cara sin alma.

Podemos hablar de la forma, de cómo se ha producido la presentación de estos presupuestos del terror. En primer lugar, con una falta de respeto tremenda a la que nos tienen acostumbrado los peperos, la ausencia del presidente. Rajoy no dio la cara. Él, el todopoderoso, está sólo para las cuestiones importantes.

Cuando se empezó la rueda de prensa del consejo de ministros, ya estaba el ministro De Guindos cayéndose del guindo de Bruselas y diciéndoles a sus amos cómo eran esos presupuestos. Antes que al parlamento, donde se presentarán el martes, y antes que a nadie en España, incluido los medios de comunicación, los deberes se enseñaban a los que deciden. Se nota quien manda.

Para que no quede duda, la UE ha dicho que los presupuestos están de miedo (¡y tanto!), pero que no basta, que hay que aprobarlos ya, con prisas, que el camino normal que llevaría a junio es inadmisible. A lo que el ministro español ha dicho que no se preocupen que –sí, señor-- le darán toda la urgencia al tema.

Son muchas las críticas que se deben hacer a estos presupuestos, por eso es posible que tenga que volver a hablar del tema. Hoy, quiero sólo, hablar de las cuestiones que más me han chocado.

En primer lugar –ya ha hablado de ello, mi amiga Carmen— está la amnistía fiscal. Ante la perspectiva de tener que perseguir el fraude fiscal, ellos no quieren enfrentarse con su gente, los poderosos, prefieren perdonarles todo si les dan el diez por ciento del dinero negro que aflore. Una afrenta total a los que cumplimos con Hacienda y que vemos como defraudar en este país tiene premio, cada cierto tiempo.

Es más, y aquí se demuestra el Diego-dieguismo del maestro Rajoy (donde dije digo, digo Diego). El mismo y sus muchachos se opusieron a una propuesta similar del gobierno anterior: