El proceso de dentición (salida de los primeros dientes) suele iniciarse a los 6 meses y prolongarse hasta los 30 meses. Aunque en algunos niños ya se les empiezan a asomar al tercer o cuarto mes y en otros casos no aparecen hasta que no cumple el año. Este proceso va asociado al desarrollo del niño y puede estar determinado por componentes hereditarios.
El orden de aparición de los dientes se adapta a la evolución de la alimentación. Los primeros en salir son los incisivos, ideales para masticar alimentos blandos, y más tarde apuntan los molares y caninos, adaptados a la carne. La mayoría de los niños tienen sus 20 dientes de leche al cumplir el tercer año.
Molestias más frecuentes y cómo aliviarlas
Para algunos niños la dentición no es un proceso doloroso, sin embargo lo más normal es que cause algunas molestias y provoque irritabilidad y trastornos del sueño o de la alimentación. He aquí algunas de las molestias más frecuentes en este periodo y algunos consejos para aliviarlas.
- Aumento del babeo. La dentición estimula la producción de la saliva y como efecto colateral aparecen erupciones e irritaciones en la cara o el cuello del bebé. En estos casos se les debe limpiar regularmente la cara con un paño suave y tratar de mantenerla seca.
- Malestar por la inflamación de las encías. Con la salida del diente las encías suelen inflamarse y producir dolor. Este malestar se ve aliviado cuando ejercen presión sobre ellas por eso querrán morder todo lo que encuentren. Les calmará que les damos un anillo o un juquete para que muerdan. Es conveniente que metamos el objeto en la nevera durante media hora, porque el frío ayuda a desinflamar las encías. También es útil masajear las encías del bebé con un dedo limpio o una cuchara pequeña y fría o una gasa mojada.
- Hematomas. A veces se producen hematomas que desaparecen solos en poco tiempo. Ponerles compresas frías ayudará a que desaparezcan antes.
- Rechazar la comida. Puede que rechacen la comida porque al succionar aumenta el dolor en las encías. Tratar de darles los alimentos a temperatura ambiente podría aliviarlos un poco.
- Aunque las encías sensibles e hinchadas pueden provocar un pequeño aumento de la temperatura del bebé, normalmente la salida de los dientes no ocasiona fiebre alta ni diarrea. En estos casos, se debe consultar al pediatra.
- Si las molestias no remiten existen soluciones homeopáticas y farmacéuticas para aliviar el dolor, pero siempre consulte primero con su pediatra o homeópata.
Higiene de los dientes del bebé
A pesar de que los dientes de leche van a caer, para que el niño tenga una dentadura bien colocada y goce de una buena salud dental desde pequeñito, el cuidado de la boca debe empezar antes de la aparición del primer diente. Durante el primer año es recomendable limpiar las encías con una gasa húmeda y después de la comida darle un poco de agua para que arrastre los restos que hayan podido quedar. A partir del año ya se puede usar un cepillo de cerdas suaves especial para bebés y limpiárselos sólo con agua. El dentífrico no debe usarse hasta que el niño lo pueda escupir cuando se lave los dientes, cosa que ocurre alrededor de los tres años.