Llega ese día tan anhelado, tan anclado en los recuerdos de infancia (antes de los 6 años incluso), en el que otras voces se desprenden de lo que uno trata de escribir y entonces en una mañana cualquiera aparece un librito, flaquito, flotador, en una Librería de la carrera séptima en Bogotá y en una de la Avenida Corrientes (territorios de mis adolescentes recuerdos)...
Y surge de la calle una mano amiga, conocida o anónima. Y una sombra vuelve a la calle con el libro en su mano. Y quizá en la noche o en una semana o en un año sea leído ese ejemplar. Y quizá haya solo silencio. O quizá resuene algún cuento...who knows...