Como ya sabéis Megan Maxwell está de moda, sus libros son leídos por cientos de lectores, bueno en realidad deberíamos decir lectoras pues la mayoría son mujeres. Tienen tanto éxito que hasta ha surgido el nombre de “Guerreras Maxwell” para las fans de la escritora. Partiendo de esta premisa era inevitable que acabara leyendo alguno de sus libros y es así como llegué hasta “las ranas también se enamoran” cuyo enlace a la reseña que ya hice en su momento os dejo más abajo.
Hoy os traigo mi segunda lectura de la autora, que también me ha gustado, aunque con la que he tenido las mismas sensaciones que con la primera, y empiezo a pensar que serán una constante en mis lecturas de Megan.
Mi propia sinopsis
Sam y Kate son la pareja perfecta, se conocieron en la adolescencia y desde entonces no se han separado. Crecieron juntos, se casaron, se fueron a vivir a Nueva York, montaron un bufete de abogados que marchaba viento en popa, y tuvieron dos hijas.
Después de 20 años de amor idílico e incondicional una traición dará al traste con todo. Algo increíble que nadie se espera y que hará que los protagonistas de esta historia se den cuenta de que los príncipes azules también destiñen pero…¿es que acaso las princesas no lo hacen también?
Opinión
Como os decía antes, este es el segundo libro que me leo de Megan y me ha pasado exactamente lo mismo que con el primero. Empiezo a leerlos y los veo muy muy simples en cuanto a argumento y estilo narrativo, como muy facilitos. Se me hace una lectura cursi, totalmente edulcorada, irreal y no me creo nada de los que Megan me cuenta. No creo en esas relaciones perfectas protagonizadas por personajes que siempre son guapísimos, buenísimas personas y con buenos puestos de trabajo PERO (y lo pongo con mayúsculas y subrayado), no sé qué narices tiene “la Maxwell” que más a o menos a mitad de lectura me acabo descubriendo totalmente enganchada a la historia. ¿Qué me pasa entonces? No hay quien me entienda.
He analizado esto después de ver que me ha pasado en los dos libros de Megan y he llegado a una conclusión que creo que es acertada. En ambos libros, después de una presentación de los personajes, situación etc, sucede algún embrollo que hace que las parejas principales se rompan y en esa fase de reconquista empiezan los líos. Y es que los libros de esta autora aparecen catalogados en muchos géneros, “chick-lit”, “novela romática”,“comedia” etc. Bien, pues yo ante todo y sobre todo los catalogaría como “comedia de enredo” y eso justo lo que me hace volverme adicta a la lectura.
Me he dado cuenta de que cuando empieza el tira y afloja de los protagonistas, cuando buscan situaciones para dar celos al otro, hay malentendidos etc, es cuando el libro adquiere interés para mi y me hace disfrutar de lo lindo. Por eso creo que los libros de Megan siempre me gustarán, porque aunque sean lecturas sencillas llenas de amores pastelosos y cursis muy lejanos a la realidad, ante todo te divierten y te hacen pasar muy buenos ratos. Megan es experta en crear ese tipo de situaciones y para mi ahí está justo su punto fuerte.
En ese sentido la novela está cargada de tensión sexual, de diálogos hilarantes y situaciones totalmente surrealistas pero muy divertidas. Estamos ante un tipo de literatura en la que sabes de sobra como va a acabar la historia desde la primera página pero en la que el final no es lo importante. Lo importante es cómo se llega a ese final y todo lo que los protagonistas han de pasar para conseguir llegar a buen puerto, y es ahí donde el lector disfruta ante la desbordante imaginación de la escritora.
Para que me entendáis mejor, para mi leer a Megan Maxwell es como ver la típica comedia romántica en el cine, que sabes en todo momento como acabará pero que te hace reír muchísimo. De hecho no tengo ni idea si los libros de Megan han sido llevados al cine, pero desde luego si no es así no sé a qué esperan los productores y directores de cine para hacerlo porque con los actores adecuados creo que serían un éxito asegurado.
En “los príncipes azules también destiñen” nos encontramos además con una serie de personajes totalmente distintos entre sí pero muy entrañables y a los que es difícil no cogerles cariño desde el principio. Además de la historia de amor principal entre Sam y Kate, hay otra paralela que a mi me ha gustado incluso más que la de los protagonistas, porque me he identificado más con ella. Tampoco os perdáis a las hijas de Sam, Ollie es una brujilla casamentera muy divertida y las preguntas constantes e inoportunas de Sasha, una niña de tan solo 3 años, os harán reír en más de una ocasión.
Lo dicho, una lectura amena, divertida, cómica y romántica sin más pretensión que divertir al lector durante un buen rato.
Besos
L.I.M.
PD: Os dejo enlace a la reseña de “las ranas también enamoran” AQUÍ